En un giro significativo en la lucha contra la contaminación, el barrio de Valdemingómez ha experimentado un descenso drástico en las quejas por olores, con una disminución del 80% en comparación con periodos anteriores. Este logro importante se debe a los esfuerzos conjuntos de las autoridades locales y los vecinos, que han trabajado arduamente para eliminar cualquier rastro de contaminación en la zona. La mejora en la calidad del aire ha sido palpable, y los residentes del barrio están optimistas sobre el futuro de su comunidad. Sin embargo, la lucha no ha terminado, y los vecinos siguen exigiendo acciones concretas para garantizar que la contaminación sea erradicada por completo.
Un aire más limpio en Valdemingómez: vecinos celebran reducción de quejas por olores y luchan por eliminar contaminación
Las quejas registradas por el vertedero de Valdemingómez se han reducido significativamente en los últimos años, pasando de 2.535 y 4.806 en 2017 y 2018, respectivamente, a 978 durante 2023, según los datos del Consistorio.
Estas acciones han permitido que los avisos disminuyan, y se han dado pasos importantes para aminorar el impacto, aunque los vecinos solicitan minimizar más la cantidad de residuos orgánicos que se envían.
La situación actual no es casualidad, es causalidad, ha expresado el concejal delegado de Limpieza y Zonas Verdes, José Antonio Martínez Páramo, este lunes tras la reunión con la Fravm para evaluar las medidas implementadas en Valdemingómez.
El concejal ha remarcado la importancia de los siete contratos suscritos por el Consistorio, por valor de 31,1 millones de euros, para reducir las molestias en un 79,7%, en comparación con 2018: Esto ha provocado una reducción drástica de las quejas.
Entre las novedades introducidas desde 2019 se encuentran puertas automáticas, control de hedores, implementación de compuestos férricos para reducir que los desechos generen gases residuales apreciables por el olfato, con una partida asignada de 5,2 millones de euros.
Estas actuaciones se han llevado a cabo en la planta de la Paloma, con un presupuesto de 4,6 millones de euros, en la nueva de Los Cantiles, por 3,2 millones de euros, y en Las Dehesas, con un importe de 5,9 millones de euros.
Desde la Fravm, su presidente, Enrique Villalobos, también ha valorado de manera positiva los pasos acometidos en los últimos años para reducir la emisión de malos olores.
Hay una gran diferencia entre el nivel cero de olores y el umbral de no afectación. En el momento en que se supera en un número de días, ya estaríamos en un nivel preocupante, ha señalado Villalobos.
La plataforma vecinal estima que todavía queda margen de mejora para llegar al umbral de no afección y solicita al Ayuntamiento que continúe reduciendo el número de residuos orgánicos que llegan a Valdemingómez, una de las principales fuentes del mal olor debido al proceso de descomposición.
Esa sería la clave principal para estar en ese umbral de no afectación, ha explicado Villalobos.
La gestión de la basura ha sido fundamental para mejorar la calidad del aire, ya que desde el servicio de residuos del Consistorio se separa de manera precisa la basura orgánica del resto de deshechos para que no lleguen a la planta de tratamientos.
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