- Un sueño de playa a precio accesible, pero con una condición: la propiedad tiene fecha de caducidad debido al cambio climático
- La playa en tu bolsillo, pero con un plazo de validez limitado por el cambio climático
- Una oportunidad única para comprar una vivienda en la playa a un precio razonable, pero con un plazo de caducidad limitado
- Una tendencia creciente en Estados Unidos
Un sueño de playa a precio accesible, pero con una condición: la propiedad tiene fecha de caducidad debido al cambio climático
Imagina despertarte cada mañana con el sonido de las olas y disfrutar de un paseo por la playa antes de empezar tu día. Ahora, gracias a una oportunidad única, puedes hacer realidad este sueño sin tener que romper el banco. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta propiedad en la playa viene con una condición: tiene una fecha de caducidad debido al cambio climático. La erosión costera y el aumento del nivel del mar están poniendo en riesgo la integridad de la propiedad, lo que significa que los compradores deben ser conscientes de que su inversión tiene un plazo de validez limitado.
La playa en tu bolsillo, pero con un plazo de validez limitado por el cambio climático
Uno de los aspectos que más se oyen hablar es el cambio climático y sus consecuencias, no solo en el futuro, sino también en el presente. Entre los tantos efectos de este suceso se encuentra, por ejemplo, el aumento del nivel del mar, algo que en algunos lugares puede no notarse demasiado, pero que, en otros, interviene directamente en aspectos como el precio de la vivienda.
Es el caso de una casa en el Cabo Cod, en Massachusetts, Estados Unidos, hogar que ha ido reduciendo su jardín con el paso de los años por la subida del nivel del mar y la erosión. Todo el mundo ha oído hablar de cómo hay ciudades que en cientos de años quedarán debajo del mar por el cambio climático, teniendo el mejor ejemplo en Venecia, Italia. Científicos italianos del Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) vaticinaban que partes de dicha ciudad quedarán sumergidas para el 2150, es decir, dentro de unos 125 años, por lo que todavía queda lejos.
Una oportunidad única para comprar una vivienda en la playa a un precio razonable, pero con un plazo de caducidad limitado
Ahora bien, hay personas que tienen que afrontar este tipo de problemas en el presente, como es el caso de David Moot. Según publican en The Guardian, que a su vez se ha hecho eco de noticias de Bloomberg y el Boston Globe, David Moot imaginaba la casa de sus sueños cerca del océano, por lo que, cuando vio un hogar que daba al Atlántico en Massachusetts por un 67% menos de lo que valía hace apenas dos años, decidió dar el paso y convertirse en propietario. Eso sí, esa gran reducción de precio venía dada porque la casa lleva consigo un periodo de caducidad, y es que tarde o temprano, de manera inevitable, acabará cayéndose por un acantilado.
En 2022, la vivienda de la que hablamos tenía un precio de 1,2 millones de dólares aproximadamente, mientras que Moot la adquirió por 395.000 dólares. La vida es demasiado corta y simplemente me dije a mí mismo 'vamos a ver qué pasa'. Al final acabará cayendo al océano y puede ocurrir -o no- conmigo, declaró el protagonista a Bloomberg. Teniendo en cuenta la gran reducción de precio, no pensó en el futuro sino en disfrutar mientras el límite se acerca, estando ahora mismo a menos de ocho metros del mismo.
En este sentido, David Moot no es el único que está optando por este tipo de compras, sino que existe un gran número de compradores que está aprovechando la situación del cambio climático para comprar casas a precios muy reducidos. Saben que no es algo que podrán mantener durante toda su vida salvo que el estado del propio planeta cambie, pero, analizando los pros y contras de este tipo de viviendas, optan por dar el paso y arriesgarse.
Una tendencia creciente en Estados Unidos
En España, ver este tipo de circunstancias es algo más raro, pero, de acuerdo a Stephen Leatherman, profesor y director del laboratorio de investigación costera de la Universidad Internacional de Florida además de exresidente del Cabo Cod, entre el 80% y el 90% de las playas -de Estados Unidos- se están erosionando, es decir, la gran mayoría. De esta forma, si alguien está interesado en una casa en la playa puede que allí encuentre grandes oportunidades, sabiendo eso sí que su hogar podría caerse por un acantilado.
Es importante destacar que, a pesar de los riesgos, muchos compradores están dispuestos a arriesgarse y disfrutar de su hogar en la playa mientras sea posible. La cuestión es si el cambio climático llegará a afectar la vivienda antes de que ellos puedan disfrutarla durante toda su vida.
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