En un caso que conmociona a la opinión pública, una trabajadora social especializada en educación sexual (ETS) logró descubrir el horroroso secreto que se ocultaba detrás de una aparente relación de confianza entre un hombre y su sobrina de solo nueve años. El agresor había ideado una estratagema repugnante para justificar sus acciones, argumentando que estaba enseñándole la reproducción como un juego a la menor. Sin embargo, la astuta intervención de la ETS permitió desentrañar la verdad detrás de esta falsa justificación, revelando así una serie de violaciones que conmocionan la conciencia.
Abuso Sexual Infantil: Tío sometió a sobrina a tocamientos y violaciones durante dos años
Una menor de edad ha relatado en un juicio celebrado en la Audiencia Provincial de Madrid cómo su tío y cuidador la sometió a tocamientos y violaciones durante al menos dos años, episodios violentos que comenzaron cuando ella tenía solo 10 años.
Según la prueba preconstituida exhibida en el juicio, la menor relata que su tío, Guillermo, de 37 años, le decía que eran un juego para enseñarle cómo era la reproducción entre personas. Sin embargo, la menor sostiene que el acusado la sometía a tocamientos y violaciones, y que incluso le mostraba vídeos pornográficos.
La menor denuncia los hechos
La menor declaró que al principio parecía un juego, pero cuando se dio cuenta de que iba a más, intentó pararlo, pero el acusado la amenazaba con tirarle del pelo y le decía que si se lo contaba a alguien, nadie le iba a creer porque dirían que era una mentirosa.
La madre de la menor se enteró de lo que le pasaba a su hija gracias a un médico, quien también alertó a la Policía. La niña quedó ingresada durante tres días en el hospital.
La secuela permanente
Según el fiscal, el procesado sometió a la menor a tocamientos y violaciones en varias ocasiones, aprovechando las ocasiones en que se encontraba sola en su habitación y cuando se encargaba de su cuidado. La menor sufrió una infección por herpesvirus-I (VHS-1) y quedó con una secuela permanente.
El acusado se enfrenta a una petición fiscal de 15 años de cárcel por un delito continuado de agresión sexual. La acusación particular eleva la pena al reclamar además 5 años de cárcel por un delito de lesiones y otros 2 años por amenazas.
El juicio continúa en desarrollo.
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