En un movimiento que busca impulsar el cambio y la renovación en la Comisión Europea, la presidenta Ursula von der Leyen ha anunciado una importante reorganización en la composición de su equipo. Entre los cambios más destacados, se encuentra la incorporación de un 40% de mujeres en los cargos clave, lo que supone un importante avance en la lucha por la igualdad de género en la institución. Además, solo seis comisarios repetirán en sus cargos, lo que da paso a una nueva generación de líderes europeos. Otro aspecto llamativo de esta reorganización es el gesto de apoyo a la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que ha sido objeto de controversia en los últimos meses.
La nueva Comisión Europea: equilibrio de género y un giro hacia la coordinación
Nuevos tiempos para la Unión Europea, nuevos nombres para la Comisión Europea, que no solo aparece renovada para los próximos cinco años, sino también con unas prioridades que parecen claras, a la vista de cómo ha explicado Ursula von der Leyen tantos cambios.
Tenemos que ser líderes, sostuvo la presidenta del Ejecutivo comunitario para presentar un equipo en el que, dijo, debe primar la coordinación. Todos tendrán que hacer casi de todo. Hay tres datos que son una buena foto para el próximo lustro: la Comisión tendrá seis vicepresidentas (cuatro con mujeres), un 40% de presencia femenina y solamente seis nombres, incluida Von der Leyen, repiten de la pasada legislatura.
Todo esto se da en un contexto de competitividad y por eso apuesta, dice, por una estructura con mayor coordinación y que sea más flexible que en legislaturas anteriores. En rueda de prensa, la alemana pide ser valientes como UE: No se trata de mantener lo que existe sino también de abrazar lo nuevo. Un objetivo, por tanto, debe ser desarrollar todas las competencias basándose en el modelo social de la UE.
Los nuevos vicepresidentes
El Ejecutivo comunitario tendrá un total de seis 'números dos' y está basado, según Von der Leyen, en las prioridades que anunció antes de la pausa veraniega. Además de Teresa Ribera, serán vicepresidentes ejecutivos Kaja Kallas, Stephane Sejourné, Henna Virkkunen, Raffaelle Fitto y Roxana Minzatu.
Con todo, Ribera se apunta un triple tanto: es vicepresidente, a cargo de elementos relacionados con la transición ecológica y además se queda con Competencia, buque insignia de la UE ante las grandes tecnológicas.
Un guiño a Italia y Hungría
Von der Leyen sitúa a Teresa Ribera como vicepresidenta de la Comisión y comisaria de Transición Limpia, Justa y Competitiva. En el nuevo gabinete de Von der Leyen hay también un guiño a Giorgia Meloni. La primera ministra italiana acabó enfadada el reparto de altos cargos, porque se quedó fuera de los mismos, pero ahora 'compensa' ese mosqueo con Raffaelle Fitto como vicepresidente de la Comisión y responsable de las políticas de Cohesión.
Los comisarios que repiten
Quienes repiten de la pasada legislatura se mantienen como figuras potentes ahora. Es el caso de Maros Sefcovic, que estará a cargo de Comercio y Seguridad Económica, pero también se encargará de la Transparencia y de las Relaciones entre instituciones. Vladis Dombrovskis, por su parte, será el comisario de Economía y Productividad, con la novedad de que supervisará también los planes para la reducción de la burocracia.
La perspectiva geográfica
Es importante también la perspectiva geográfica, que se nota por ejemplo en el peso de los Bálticos en la toma de decisiones. Kaja Kallas será la Alta Representante y capitana de la UE en el exterior, recogiendo el testigo de un Borrell que acabó centrando su mirada en Israel y Gaza, algo que no hará la estonia, mucho más enfocada en la ayuda a Ucrania.
La distribución de los porfolios
Por formaciones políticas, el PPE es el grupo con más relevancia: además de la propia Von der Leyen, cuenta con 15 miembros del nuevo Ejecutivo comunitario, una traslación del 'poder' que tiene en los gobiernos de los Estados miembros. Eso sí, los socialdemócratas ganan impulso por ejemplo con el papel de Ribera o del danés Dan Jorgensen, que será el encargado de Energía y Vivienda.
El futuro de la Comisión
Más allá de los retos de la UE, la Comisión tendrá que adaptarse a sí misma y a una nueva estructura que debe ser dinámica. Por ejemplo, habrá que ver cómo Ribera y Sejourné combinan la apuesta por las políticas verdes y el impulso a la industria, o cómo se gestiona el papel del Mediterráneo y a la vez una gestión de la migración que seguirá siendo un tema espinoso para la Unión Europea.
El siguiente paso del proceso pasa por los exámenes de cada comisario (hearings, en inglés) en las comisiones correspondientes a su porfolio en el Parlamento Europeo. No sería raro, en ese punto, que la Eurocámara vetase a alguno de los candidatos: en 2019 tuvieron que cambiarse los nombres de Rumanía y de Francia al no pasar el corte. La nueva Comisión Europea inicia su mandato de manera oficial el próximo 1 de diciembre.
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