La Batalla Interna: Convierte con una Enfermedad Mental y una Adicción, Un Duelo que Dura para Siempre

La Batalla Interna: Convierte con una Enfermedad Mental y una Adicción, Un Duelo que Dura para Siempre

La lucha contra una enfermedad mental y una adicción es un duelo interno que puede durar toda la vida. A menudo, estas condiciones se presentan juntas, creando un circulo vicioso que puede ser difícil de romper. La ansiedad, la depresión y el estrés pueden empujar a las personas a buscar una salida temporal en sustancias adictivas, lo que a su vez puede agravar la enfermedad mental. En este artículo, exploraremos la compleja relación entre la enfermedad mental y la adicción, y cómo buscar ayuda puede ser el primer paso hacia la recuperación.

La Batalla Interna: Convierte con una Enfermedad Mental y una Adicción, Un Duelo que Dura para Siempre

La patología dual, es decir, la existencia simultánea o secuencial a lo largo del ciclo vital de un trastorno adictivo y otro trastorno mental, es una enfermedad muy compleja y muy incapacitante que suele presentarse ya en la adolescencia o la primera juventud.

La Patología Dual: Un Duelo Entre la Salud Mental y la Adicción

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), los problemas relacionados con la salud mental afectan a una de cuatro personas en algún momento de su vida. Sin embargo, hay patologías como la esquizofrenia o el trastorno bipolar que todavía pesan prejuicios, estigmas y, sobre todo, mucho desconocimiento.

La patología dual se define como la existencia simultánea o secuencial a lo largo del ciclo vital de un trastorno adictivo y otro trastorno mental. Se trata de una patología muy compleja que muchas veces, ni los propios médicos saben cómo abordar de manera conjunta, a pesar de que la comorbilidad entre las enfermedades mentales y las adicciones es muy elevada.

La Discapacidad, un Factor de Riesgo para Padecer Depresión: Es Necesario el Apoyo de las Instituciones y del Sistema de Salud

La patología dual es una enfermedad muy compleja y muy incapacitante que suele presentarse ya en la adolescencia, cuando, a los cambios fisiológicos y psicológicos de esta etapa, hay que añadir que es a esta edad cuando se suele tener el primer contacto con sustancias y conductas adictivas.

La vulnerabilidad es un factor clave en la patología dual. Las personas vulnerables a la enfermedad mental tienen más predisposición a las adicciones. Según Pepi, de Fedepadual -Federación Española de Patología Dual-, a esta patología se llega, según se está estudiando ahora, a través de una vulnerabilidad. Las personas vulnerables a la enfermedad mental tienen más predisposición a las adicciones.

La Adicción y la Enfermedad Mental: Un Complot que Dura para Siempre

En muchos casos, la patología dual se desencadena en sentido contrario, es decir, muchas de estas personas, si antes no tenían enfermedad mental o la tenían solo latente, se le desencadena por el consumo de estas sustancias. Por ejemplo, esto es habitual en el caso de la esquizofrenia. En menos de un año de consumo, el cannabis puede desencadenar brotes psicóticos, y si tienes dos o tres seguidos, ya es una esquizofrenia, que es una enfermedad grave y es para toda la vida.

El tratamiento de la patología dual es muy complejo y se aborda, según se quejan las familias, de manera incompleta y equivocada. Por un lado, porque la salud mental sigue siendo la hermana pobre de la salud, y no se destinan todos los recursos necesarios. Y por otro, porque no se abordan de manera conjunta ni completa, pues si hay pocos psiquiatras, los psicólogos en la sanidad pública son y casi inexistentes.

La Lucha por la Salud Mental y la Adicción: Un Duelo que Dura para Siempre

La patología dual produce altos grados de discapacidad e incapacidad en muchos casos. Son personas que ven muy afectada su autonomía y que tienen, por varios motivos, muy difícil una inserción laboral y social.

La inserción laboral cuesta, pero es muy beneficiosa para ellos en todos los sentidos, tratándose debidamente pueden llevar una vida digna, y, aunque es complicado, hay que intentar que trabajen, porque el trabajo les devuelve autoestima, se sienten incluidos, sienten que forman parte de la sociedad.

La adherencia a los tratamientos es otro problema, pues tiene muchos efectos secundarios, como somnolencia, temblores… habría que investigar un poco más para evitar efectos secundarios tan tremendos. La medicación con ellos a veces se convierte en una lucha, porque muchas veces ellos no tienen conciencia de su propia enfermedad y al ver los efectos que tienen, las abandonan, con todo lo que ello supone.

El impacto de la discapacidad en las familias es muy duro, los problemas de conducta son más limitantes incluso que la discapacidad severa. Y lo que supone para ellos y para sus familias es mucho sufrimiento, sufren por sus familiares, por el estigma y se sienten culpables.

Es necesario que la sociedad sea consciente de la patología dual y del dolor que provocan las adicciones, me cabrea mucho cómo se banaliza el consumo de drogas porque las consecuencias pueden ser devastadoras, el dolor que provocan las adicciones, tanto en ellos como en sus familias, es horrible.