Adiós al mito: ¡10 razones por las que no debes usar saliva como lubricante!

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Adiós al mito: ¡10 razones por las que no debes usar saliva como lubricante!

La creencia de que la saliva es un lubricante natural y efectivo es un mito que ha sido demasiado difundido. Sin embargo, la realidad es que utilizar saliva como lubricante puede tener consecuencias negativas para nuestra salud y bienestar. En este artículo, vamos a desmontar este falso mito y a presentar 10 razones contundentes por las que debes evitar utilizar saliva como lubricante en cualquier circunstancia. Desde la falta de eficacia hasta los riesgos para la salud, descubre por qué es hora de decir adiós a esta práctica peligrosa y buscar alternativas más seguras y efectivas.

Desvelados los peligros de usar saliva como lubricante: ¿qué riesgos corremos?

La lubricación natural de la vagina no siempre está garantizada y puede depender de varios factores, independientemente de que estemos excitadas. Por eso, puede que hayamos recurrido a la saliva -propia o ajena- para que la penetración fuera más fluida en algún momento.

A diferencia del lubricante, la saliva siempre está disponible, no se agota y no tienes que estar pendiente de llevarla en el bolso. Pero, ¿puede la saliva ser perjudicial para la salud de alguna manera?

Los riesgos de usar saliva como lubricante

Los riesgos de usar saliva como lubricante

Si ha sido un apaño puntual, pase, pero hay varios motivos por los que no es recomendable repetir la experiencia.

La lubricación natural es fundamental. La lubricación natural, tanto del pene como el líquido preseminal o la lubricación vaginal, ayudan a la penetración y a que la fricción no se convierta en algo incómodo o doloroso.

La saliva no sustituye la lubricación natural. La saliva ni puede sustituirlos ni cumplir como los productos específicamente diseñados para esto. Mientras que los lubricantes (ya sean a base de agua u oleosa) son más funcionales y duraderos, la saliva se seca rápidamente y es irritante.

Riesgos de desgarros y infecciones. Lo que significa que, de usarla, nos arriesgamos a tener pequeños desgarros vaginales o anales, que además de ser muy dolorosos, son una vía de entrada a gérmenes que pueden derivar en una infección.

Riesgo de hemorroides y fisuras. En el ano, existe también el riesgo de que se dilaten las venas de la zona -las tristemente célebres hemorroides- por el roce o, directamente, una fisura.

Infecciones de transmisión sexual. La saliva, al ser un fluido corporal, es el conductor perfecto de infecciones de transmisión sexual como la gonorrea o la clamidia, por ejemplo. Lo mismo ocurre con el herpes, que también puede presentarse de forma asintomática aunque no salgan llagas o ampollas en la boca.

Alteración de la flora vaginal. La saliva también puede alterar la flora vaginal, un delicado equilibrio que ya sabemos que puede llevarnos a un crecimiento descontrolado de hongos (saludos de la candidiasis) o que puedas terminar con una vaginitis por el desequilibrio entre las bacterias 'buenas' y 'malas'.

Inflamación y síntomas desagradables. Y el ano no se escapa, ya que la saliva también puede desencadenar un proceso de inflamación con síntomas como ardor o picazón.

Conclusión

Así que en esos casos, es preferible dejar la penetración para otra ocasión y no arriesgarse con la saliva. ¿Qué hay mejor que sea placentera y disfrutable para todos?

Es importante recordar que la salud y el placer deben ir de la mano. Es importante elegir opciones seguras y saludables para disfrutar de una relación sexual placentera y sin riesgos.

Patricia Martínez

Hola, soy Patricia, autora en El Noticiero. Me apasiona compartir las noticias más relevantes de actualidad, tanto a nivel nacional como internacional. Mi compromiso con la objetividad y la rigurosidad en la información es mi principal prioridad. ¡Te invito a descubrir las últimas novedades junto a mí en este periódico independiente!

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