En un giro inesperado en el juzgado, el caso del jubilado burgalés Pompeyo ha generado un tono de tensión en la salle de justicia. El acusado se enfrenta a una posible condena de 22 años de prisión por enviar cartas con explosivos a la Moncloa, la sede del Gobierno de España. La gravedad de los hechos ha generado un clima de inquietud en el ambiente judicial, donde se espera con interés la resolución del caso. La acusación sostiene que las acciones de Pompeyo pusieron en peligro la seguridad de las autoridades y la población en general. Ahora, el destino del jubilado burgalés está en manos del juez, quien deberá determinar la culpabilidad o inocencia del acusado.
Juzgado: Jubilado de 74 años enfrenta 22 años de prisión por enviar cartas explosivas
La Audiencia Nacional juzgará desde este lunes al jubilado burgalés Pompeyo González, quien en 2022 fue detenido y procesado como presunto autor del envío de cartas explosivas a varias instituciones, entre ellas al Palacio de la Moncloa, al Ministerio de Defensa, a la Embajada de Estados Unidos y a la Embajada de Ucrania.
La Fiscalía pide que sea condenado a una pena de 22 años de cárcel por un delito de terrorismo con resultado de lesiones -por las sufridas por el empleado de la Embajada ucraniana Mykola Velychko- y un delito de fabricación, tenencia, colocación y empleo de aparatos explosivos, inflamables o incendiarios con finalidad terrorista.
Además, se solicita su inhabilitación absoluta y la inhabilitación especial para profesión u oficios educativos. También se pide que indemnice al trabajador herido con 1.500 euros por las lesiones sufridas.
El caso de las cartas explosivas
En junio de 2023, el magistrado de la Audiencia Nacional José Luis Calama propuso juzgar por terrorismo y empleo de artefactos explosivos con finalidad terrorista al hombre de 74 años como presunto autor del envío de seis cartas que contenían explosivos caseros a, entre otros, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
Las acciones de Pompeyo González, según el magistrado, evidencian que en el ánimo de dicho procesado está presente (.) el objetivo de alterar la paz pública. Se buscaba transmitir el mensaje de que esas acciones eran efectuadas por personas vinculadas a Rusia como represión hacia los intereses de España y Estados Unidos como consecuencia de su apoyo a Ucrania ante la ocupación rusa.
El interés del procesado era obligar a los poderes públicos (.) a abstenerse del apoyo mostrado a favor de Ucrania frente a la agresión rusa.
Indicios contra Pompeyo González
Entre los indicios racionales de criminalidad que le sitúan como autor de las cartas, se encuentran:
- Varillas cilíndricas que podían corresponder con los que alojaban los pistones incendiarios de los artefactos explosivos caseros.
- Tornillos y muelles similares al percutor utilizado en las cartas y taladros con brocas de precisión similares a las empleadas para la elaboración de los referidos artefactos.
- Instalación de las aplicaciones de RT Noticias --Rusia Today-- y Sputnik, que son los medios gubernamentales rusos en su dispositivo móvil.
- Sobres de cartón dirigidos al Ministerio de Presidencia, Embajada de EEUU, y a la base de Torrejón de Ardoz, que no explosionaron, se encontraron matasellos del Centro de Tratamiento Automatizado (CTA) de Valladolid, código número 47.
- Análisis de los sellos estampados que determinó que las dos únicas expendedurías donde se pudieron comprar eran dos estancos situados en Burgos.
- Adquisición de productos en Amazon, como nitrato potásico puro, cable con mecha, interruptores, filamentos de cobre y bombillas incandescentes.
La comparación y análisis científico de estos productos adquiridos y los utilizados en la confección de los sobres y cajas permite constatar que las etiquetas autoadhesivas de color blanco adquiridas son del mismo tipo que las que se colocaron en el dorso de los sobres.
El juicio comenzará este lunes en la Audiencia Nacional, y Pompeyo González enfrenta una posible condena de 22 años de prisión.
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