En un histórico y polémico Paso, un sacerdote de la diócesis de Plasencia ha presidido la primera unión civil entre dos personas del mismo sexo en la región. El religioso, que prefirió mantener su anonimato, ha declarado que su intención no fue provocar ni desafiar a la Iglesia, sino más bien aproximarse a Dios y unir a las personas. La noticia ha generado un gran revuelo en la comunidad religiosa y civil, y ha abierto un debate sobre la aceptación y la tolerancia en el seno de la Iglesia.
Un sacerdote católico habla sobre la unión civil entre dos personas del mismo sexo en una iglesia española
La celebración de una boda gay en el interior de una iglesia ha generado un gran revuelo en nuestro país, donde la sociedad se encuentra dividida entre los partidarios y los detractores de que estas uniones matrimoniales se lleven a cabo en un templo católico.
En este contexto, Espejo Público ha podido hablar con el párroco encargado de oficiar la ceremonia católica, quien ha destacado que en ningún momento hubo mala intención en sus actos.
No es el sacramento como tal. Yo he podido fallar en algunas normas para poder hacer este tipo de celebración, pero no ha habido mala intención, sino que quería hacer algo evangélico y ayudar a la gente a acercarse a Dios, ha señalado el sacerdote.
Por su parte, uno de los vecinos del pueblo ha destacado que en la iglesia solo se llevó a cabo la ceremonia de manera simbólica, pues la pareja firmó su unión en el juzgado.
Finalmente, el párroco ha señalado que la pareja terminó muy contenta y feliz de poder haber sellado su unión ante los ojos de Dios. Asimismo, el sacerdote ha agregado que no es una boda.
Es una celebración en la que se dicen unas palabras, hay una bendición, se leen unas palabras de La Biblia y ya está, ha explicado.
La celebración de esta unión civil ha generado un gran debate en la sociedad española, con posturas encontradas sobre la legitimidad de que estas uniones se celebren en una iglesia católica.
En este sentido, es importante destacar que la Iglesia Católica tiene una postura tradicionalmente contraria a la unión entre personas del mismo sexo, considerándola como una desviación y una amenaza a la familia y la sociedad.
Sin embargo, también hay voces dentro de la Iglesia que defienden la tolerancia y el respeto hacia las personas LGBTQ+, y que consideran que la fe y la religión deben ser un refugio y un apoyo para todos, sin distinción.
En este sentido, la celebración de esta unión civil en una iglesia católica puede ser vista como un paso hacia la inclusión y la diversidad, y como un ejemplo de cómo la fe y la religión pueden ser un instrumento de amor y de acogida para todos.
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