En un llamado a la acción dirigido a los responsables políticos, las bodegas europeas han lanzado una petición para que se establezca una política sanitaria que distinga claramente el consumo moderado del abuso. Esta iniciativa tiene como objetivo principal reconocer la diferencia entre un consumo responsable y uno perjudicial, ya que, según los productores de vino, la actual política sanitaria no hace distinción entre ambos. Según los datos, el consumo moderado de vino puede tener beneficios para la salud, mientras que el abuso puede tener consecuencias graves. Las bodegas europeas reclaman una política que fomente un consumo responsable y sostenible, protegiendo así la salud de los consumidores y el futuro de la industria vitivinícola.
Los bodegueros exigen voz en los debates que les afectan
A pocas semanas de las elecciones europeas del próximo 9 de junio, en las que España elegirá 61 eurodiputados, el sector primario exhibe un protagonismo inusual. Tras las principales organizaciones agrarias (Asaja, COAG, UPA y Unión de Uniones) y la patronal pesquera Cepesca, es el turno del sector vinícola.
El Comité Europeo de Empresas Vitivinícolas (CEEV) ha exigido a Bruselas una política sanitaria de la UE coordinada, pragmática y basada en la ciencia que distinga entre consumo moderado de vino y abuso de alcohol. Es decir, los bodegueros quieren evitar debates sobre el etiquetado del vino y su equiparación con productos como el tabaco.
Diálogo constructivo y enfoque hacia la agricultura
Los bodegueros europeos apuestan por el diálogo constructivo entre todas las partes implicadas y, de esta forma, evitar polémicas como la provocada por la Ley impulsada por Irlanda en la que se obligaba al vino importado a incluir en su etiqueta advertencias explícitas sobre supuestas consecuencias de la salud en línea con lo que se ha regulado sobre el tabaco.
Los bodegueros europeos quieren un mayor enfoque hacia la agricultura y el vino de toda la regulación relacionada con su actividad, que abarca terrenos tan diversos como el medioambiente y la salud. Además, piden fortalecer la Comisión de Agricultura del Parlamento Europeo y garantizar la participación del sector en las nuevas propuestas legislativas que se presenten desde las nuevas autoridades comunitarias.
Un enfoque vitivinícola coherente
El secretario general del CEEV, Ignacio Sánchez, apunta que necesitamos un enfoque vitivinícola coherente en el ámbito político para actualizar las leyes y luchar contra determinados ataques injustos a nuestra cultura vinícola. En su opinión, solo de esta forma se garantiza un sector fuerte y una oferta diversa.
PAC, cambio climático y vinos más modernos
No es la única petición de la CEEV y de su socio español, la Federación Española del Vino (FEV), quienes también apuestan por reforzar la Política Agraria Común (PAC) para que impulse la competitividad y reduzca la complejidad administrativa. Además, piden que la normativa europea concilie tradición e innovación para incentivar la adaptación de los productos vitivinícolas a los nuevos hábitos del consumidor preservando al mismo tiempo la cultura del vino.
También piden fortalecer el mercado único y la armonización de las normativas para reducir los costes de comercialización. En esta línea, pide impulsar la digitalización y darle un empujón al comercio electrónico.
El cambio climático también está incluido en las reivindicaciones de los bodegueros europeos que piden definir en la próxima legislatura europea (2024-2029) los principios de la producción sostenible de vino, reconocimiento la aportación del viñedo a los ecosistemas y priorizando lo que denominan como medidas de mitigación.
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