En un enfrentamiento que prometía ser épico, el combate entre el ucraniano Oleksandr Usyk y el británico Tyson Fury, dos de los mejores boxeadores del mundo, sorprendió a todos por un gesto inesperado. En plenoround, justo antes de que sonara la campana que marcaba el fin del asalto, Oleksandr Usyk se detuvo un instante, se llevó la mano derecha a la frente y bésó con devoción el crucifijo que llevaba colgado al cuello. Fue un gesto de respeto y fe que conmovió a los espectadores y, aparentemente, cambió el curso del combate. ¿Qué sucedió a continuación? ¿Cómo afectó este momento de reflexión y fe al desarrollo del enfrentamiento?
El momento de fe que cambió el curso del combate: el beso a un crucifijo que impulsó a Usyk hacia el título
El pasado sábado, el boxeador ucraniano Oleksandr Usyk se coronó como el campeón indiscutido del peso pesado, luego de una emocionante pelea contra Tyson Fury. Sin embargo, hubo un momento clave en el combate que pasó desapercibido para muchos, pero que cambió el curso del enfrentamiento: el beso a un crucifijo.
Todo ocurrió en el descanso del séptimo asalto, cuando el entrenador de Usyk le ofreció el crucifijo que siempre porta con él. ¿Quieres el crucifijo?, le preguntó el técnico antes de que Usyk besara la cruz.
A partir de ese momento, todo cambió. El devoto luchador ucraniano, dominado hasta entonces por su rival, consiguió darle la vuelta a la tortilla y repartir golpes hasta hacer sangrar al británico.
La fe de Usyk
La fe de Usyk en su Señor y Salvador Jesucristo es bien conocida. El boxeador ucraniano siempre ha sido abierto sobre su devoción y su fe en Dios. Y ese momento en el ring no fue la excepción.
Como lo expresó el usuario de Twitter @RyanGarciaKO, La verdadera razón por la que Oleksandr Usyk es el campeón indiscutido del peso pesado es porque tiene fe en su Señor y Salvador Jesucristo ✝️.
El noveno asalto sería definitivo. El ucraniano era el claro dominador de un combate que acabaría zanjado por decisión dividida de los jueces. Campeón del peso pesado, mejor boxeador libra por libra según la revista de The Ring, campeón olímpico, rey absoluto en el peso crucero. y aún invicto.
Con ayuda divina o no, Usyk volvió a hacer historia en el cuadrilátero. Su fe y su devoción le dieron la fuerza y la motivación para superar a su rival y coronarse como el campeón indiscutido del peso pesado.
Deja una respuesta