En un sorprendente hallazgo arqueológico, se ha descubierto el pueblo medieval de Francia construido en el cielo. Este asombroso sitio, ubicado en la región de Provenza, ha dejado perplejos a los expertos por su singularidad y misterio. Las ruinas de este antiguo poblado se alzan majestuosamente sobre un acantilado escarpado, desafiando las leyes de la gravedad y la lógica. Los arqueólogos, tras meses de excavaciones y estudios, aún no logran explicar con certeza cómo esta maravilla arquitectónica pudo ser erigida en un lugar tan inaccesible y remoto. Este descubrimiento promete arrojar luz sobre la historia y las habilidades constructivas de las civilizaciones antiguas, revelando un pasado fascinante y enigmático que despierta la curiosidad de todo el mundo.
Descubre CordessurCiel: el pueblo medieval de Francia que parece estar en el cielo
Cordes-sur-Ciel es uno de esos pueblos que han desafiado el paso del tiempo. Su trazado laberíntico, fachadas góticas y talleres artesanos definen la identidad de esta localidad escondida en la región de Occitania, reconocida por sus paisajes serenos y pueblos centenarios.
En 1993, Cordes se rebautizó como Cordes-sur-Ciel por su apariencia celestial, especialmente en otoño, cuando las nubes descienden y solo se vislumbra la parte más alta de la villa. Durante la Segunda Guerra Mundial, este lugar fue revitalizado por numerosos artistas y artesanos, albergando talleres de ceramistas, sopladores de vidrio, joyeros, así como expertos en cuero y madera.
CordessurCiel: un enclave gótico con talleres artesanos y vistas impresionantes
La fundación de Cordes-sur-Ciel se remonta a 1222, en plena época de las cruzadas, convirtiéndose en una de las bastidas más antiguas de Occitania. Este pueblo se encuentra enclavado en un espolón rocoso, lo que hace que caminar por sus calles empedradas sea todo un desafío, aunque la belleza de sus fachadas, galerías y talleres artesanos hace que el empinado recorrido pase desapercibido.
En este enclave, el arte y la historia se entrelazan, contando con varios museos como el Museo Charles Portal, el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, y el Museo de los Artes del Azúcar y Chocolate, donde se exhibe el trabajo de Yves Thuriès, reconocido maestro chocolatero francés.
Otro punto de interés es el mercado cubierto, construido en 1350 para el comercio textil y de cuero, que alberga el pozo de Cordes, de 100 metros de profundidad, y frente al cual se erige la Maison du Grand Fauconnier, una mansión gótica que forma parte del patrimonio urbano de Cordes-sur-Ciel.
Cada verano, Cordes se transforma en una auténtica villa medieval con las Fêtes Médiévales du Grand Fauconnier, donde las calles se llenan de trovadores, calesas, tragafuegos y se reviven oficios antiguos como la herrería y la caligrafía, acompañados de festines y bebidas medievales.
Para llegar a Cordes-sur-Ciel, ubicado en el departamento de Tarn, se puede tomar la línea de autobús 707 desde la capital Albi, a 25 kilómetros de distancia. Las ciudades más cercanas con aeropuertos son Toulouse a 76 km y Montpellier a 216 km. Se puede acceder en coche, aunque es importante tener en cuenta que los estacionamientos no son gratuitos.
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