En el complejo y controvertido conflicto entre Israel y Palestina, surgen con frecuencia términos que, aunque relacionados, no son sinónimos: antisemitismo y antisionismo. La confusión entre ambos conceptos ha generado una gran cantidad de intolerancia y polémica en el debate público. Sin embargo, es fundamental comprender la distinción entre ellos para abordar de manera efectiva la cuestión palestina y las reivindicaciones del pueblo palestino. En este artículo, exploraremos las diferencias clave entre antisemitismo, que se refiere a la discriminación y odio hacia el pueblo judío, y antisionismo, que se centra en la crítica al movimiento político sionista y sus implicaciones en la ocupación de Palestina.
Entre la intolerancia y la polémica: ¿Es antisemitismo o antisionismo, la verdadera amenaza en el conflicto entre Israel y Palestina?
El conflicto bélico que se libra en Gaza por los ataques de Israel contra Hamás —en respuesta a los ataques del grupo terrorista palestino del pasado 7 de octubre— está dejando miles de muertos y una desoladora crisis humanitaria en la Franja palestina. Un huracán de tragedia por un conflicto enquistado durante décadas entre israelíes y palestinos y al que Occidente asiste como un actor geopolítico clave.
La lucha sobre el terreno tiene eco también en las palabras. Este viernes, la vicepresidenta Yolanda Díaz ha matizado que no es antisemita tras decir que Palestina debe ser libre desde el río hasta el mar, una frase que usan las nacionalistas palestinas para negar el derecho de Israel a existir entre el río Jordán y el mar Mediterráneo. Otros claman en la calle aquí estamos los antisionistas, envueltos en pañuelos 'palestinos'.
Sionismo y antisionismo: origen y significado
El sionismo fue un movimiento político nacionalista -fundado por Theodor Herzl- que nació en Europa a finales del siglo XIX y que proponía el establecimiento de un Estado para el pueblo judío en Palestina. Este movimiento fue, en gran medida, responsable de la fundación del Estado de Israel y su objetivo principal, fue, desde sus orígenes, la libre autodeterminación del pueblo judío.
En principio se pensó en la posibilidad de crear su tierra prometida, como la consideran los fieles de la Torá, en lugares como Argentina, Uganda, Chipre, Kenia o Mozambique, se eligieron las tierras comprendidas entre el río Jordan y el Mediterráneo por motivo histórico y religiosos: es la zona que Yavé prometió a Abraham y su descendencia.
En Oriente Próximo vivieron israelíes, asirios, babilonios, persas y también los romanos, que fueron los que bautizaron a esas tierras como Palestina y expulsaron a los judíos. Después vinieron los cristianos en sus cruzadas, los turcos hasta la 1ª Guerra Mundial y después británicos que otorgaron durante su Mandato el derecho judío a fijarse allí.
Aquí es donde entra el antisionismo, que cuestiona el derecho del pueblo judío a conformar un Estado nacional en esas tierras.
Antisemitismo: ¿es lo mismo que antisionismo?
El antisemitismo es el odio, prejuicio o discriminación contra las personas que practican el judaísmo, cuya peor manifestación se dio durante la Segunda Guerra Mundial y el Holocausto, produciéndose un auténtico genocidio contra el pueblo judío. El Diccionario de la Real Academia Española define antisemita como el que muestra hostilidad o prejuicios hacia los judíos, su cultura o su influencia. Aunque este tipo de discriminación comenzó a fraguarse antes, durante el primer milenio.
En la actualidad, el antisemitismo ha adoptado muchas formas: desde las teorías de la conspiración sobre el control judío del sistema financiero global, a los ataques en sinagogas o discursos de odio. Tanto es así que para combatirlo se creó, en 2016, la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA) que recoge una serie de ejemplos contemporáneos de cómo se manifiesta el antisemitismo en la actualidad.
Entre otros, se incluyen la negación del Holocausto o los ataques contra el Estado de Israel, concebido como una colectividad judía, aunque, destacan, las críticas contra Israel similares a las dirigidas contra cualquier otro país no pueden considerarse antisemitismo.
No es lo mismo antisionismo que antisemitismo. El antisionismo cuestiona el derecho del pueblo judío a conformar un Estado nacional en esas tierras, mientras que el antisemitismo es el odio, prejuicio o discriminación contra las personas que practican el judaísmo.
Fuente: Getty Images
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