En el marco de la integración de España en la Unión Europea, el voto español ha experimentado un proceso de transformación significativo desde las primeras elecciones al Parlamento Europeo en 1987. A lo largo de estas tres décadas, el mapa político español ha sufrido cambios importantes, influenciados por factores como la crisis económica, la inmigración y la descentralización política. En este artículo, vamos a analizar la evolución de las urnas españolas, explorando cómo han cambiado los patrones de voto y las preferencias políticas de los españoles, y qué factores han influido en este proceso de transformación.
Evolución de las urnas españolas: cómo ha cambiado el voto en España desde las primeras elecciones al Parlamento Europeo
- La primera cita electoral: un año de cambios en España
- El PSOE, líder en las elecciones de 1987, pero.
- 1989: la pluralidad de partidos, en máximos
- 1994: crisis económica y auge del bipartidismo
- 1999-2009: ampliación de la UE y cambio de tendencia
- 2014: fin del bipartidismo
- 2019: repunte socialista y adaptación al Brexit
- 2024: nuevos desafíos para España y Europa
La primera cita electoral: un año de cambios en España
En 1987, España celebró sus primeras elecciones al Parlamento Europeo, solo un año después de unirse a la Comunidad Económica Europea (CEE). Fue una cita electoral especial, ya que se celebró de forma aislada en el territorio español, antes de la convocatoria conjunta de la Unión Europea.
La elección de los 60 europarlamentarios españoles se llevó a cabo en medio de la segunda legislatura de la entidad (1984-1989), por lo que sus mandatos tendrían una caducidad de dos años, hasta la siguiente cita electoral.
El PSOE, líder en las elecciones de 1987, pero.
En las elecciones de 1987, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) consiguió 28 de los 60 escaños, seguido de Alianza Popular, predecesor del Partido Popular, que obtuvo 17. La participación electoral fue la más alta de la historia electoral de España en unas elecciones europeas, con una tasa de participación del 68,9%.
1989: la pluralidad de partidos, en máximos
En 1989, España y Portugal entraron en la normalidad electoral europea, y en este caso sí celebraron las elecciones al mismo tiempo que el resto de los países de la Unión Europea. La mayoría socialista que la Eurocámara mantenía desde el primer sufragio en 1979 cumplió una década revalidándose de nuevo en esta cita electoral y aumentando su presencia en el hemiciclo.
En las urnas españolas, los grandes partidos perdieron representación en virtud del ascenso y la entrada de otros más pequeños. El PSOE, con Fernando Morán en cabeza de lista, perdió un parlamentario y conservó 27, el PP de Marcelino Oreja cayó hasta los 15, y CDS pasó de 7 a 5.
1994: crisis económica y auge del bipartidismo
En 1994, las elecciones europeas en España se celebraron en medio de una complicada situación de recesión económica que atravesaba el continente. La crisis económica llevó a una movilización del voto hacia la derecha, cuando el expresidente socialista Felipe González encabezaba su cuarta y última legislatura.
Por primera vez, los españoles dispararon su apoyo al PP hasta convertirlo en la fuerza más votada y casi duplicar su representación en Europa (pasaron de 15 a 28 escaños). El PSOE, sin embargo, cayó a los 22 europarlamentarios y gran parte del voto de izquierdas fue para IU, que se elevaba de los 4 a los 9 electos.
1999-2009: ampliación de la UE y cambio de tendencia
En las elecciones europeas de 1999, 2004 y 2009, la UE se amplió con la entrada de países de antigua influencia soviética como Polonia, República Checa, Estonia, Letonia o Lituania. La UE pasó de 12 a 27 Estados Miembros y, como consecuencia, el Parlamento Europeo pasó de 567 a 736 escaños en solo una década.
En las elecciones de 1999, el Partido Popular Europeo (PPE) ganó por primera vez en la historia electoral europea, y España contribuyó a aquella prevalencia, ya que en 1999 revalidó la victoria del PP (27, uno menos), aunque acortó las distancias con el PSOE (24, dos más).
2014: fin del bipartidismo
En las elecciones europeas de 2014, los españoles llevaron a Europa un mosaico de formaciones en detrimento de los 'populares', que pasaron de 24 a 16 europarlamentarios, y los socialistas, que cayeron desde los 23 hasta los 14.
La Izquierda Plural (unión de IU y Los Verdes) se alzaron como tercera fuerza con 6 electos, seguida de Podemos, con 5; UPyD, con 4; Coalición por Europa, con 3; Ciudadanos, con 2; y Esquerra, con otros 2.
En las últimas elecciones, celebradas en mayo de 2019, el Partido Popular, entonces presidido por Pablo Casado, obtuvo el peor resultado de su historia en unas elecciones europeas, desplomándose hasta los 13 de los 54 escaños. La formación que triunfó en aquella jornada fue el PSOE, que subió hasta los 21 parlamentarios y arrebató a los 'populares' la victoria electoral que mantenían desde 2009.
Tras el conteo de papeletas, se certificó la desaparición de UPyD, el repunte de Ciudadanos de 2 a 8 electos, la ligera subida de Podemos de 5 a 6 escaños y la entrada de 3 europarlamentarios de Vox y de otros 3 de Junts per Catalunya (entre ellos el prófugo Carles Puigdemont), cuya inmunidad parlamentaria les fue retirada por el Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) para que pudieran responder ante la Justicia española por su participación en el 1-O.
2024: nuevos desafíos para España y Europa
En junio de 2024, los españoles vuelven a acudir a las urnas europeas. Lo hacen en medio del auge de la extrema derecha europea, la práctica desaparición del centro político y la división de la izquierda. Tras las elecciones, Europa deberá afrontar cuestiones muy trascendentes, como la respuesta comunitaria a las guerras de Ucrania y Gaza, la crisis energética, el cambio climático, el ascenso de la violencia, la gestión de la migración irregular o el peso económico y geopolítico de la Unión frente a China y Estados Unidos.
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