Los tres tipos de enfermedades que los pistachos ayudan a combatir
Los pistachos, uno de los frutos secos más desconocidos, esconden grandes beneficios para nuestra salud. Además de ser un acompañamiento ideal en la merienda, como snack de media mañana o para incluir en las ensaladas, los pistachos pueden ayudar a combatir algunas enfermedades habituales.
Propiedades y beneficios de los pistachos
Los pistachos destacan entre el resto de frutos secos por ser muy nutritivos, contienen un 20% de proteína vegetal y también son muy ricos en hidratos de carbono, pero de absorción lenta, ideales como aporte de energía. Contienen grasas insaturadas, son ricos en fósforo, potasio, hierro, zinc y vitamina E. Son también ricos en antioxidantes y, sobre todo, en fibra, por lo que son ideales para el sistema digestivo.
Enfermedades que los pistachos ayudan a combatir
Los pistachos ayudan a reducir el riesgo de desarrollar problemas cardiovasculares, como los infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares. Esto es gracias a su contenido en vitaminas E, ácido fólico y fitoesteroles. Además, un estudio llevado a cabo por científicos de la Universidad de Pennsylvania, determinó que incluir los pistachos en la alimentación mejora el control de la desaturasa y produce un leve descenso en el colesterol LDL.
Reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares, como los infartos de miocardio o accidentes cerebrovasculares, gracias a su contenido en vitaminas E, ácido fólico y fitoesteroles.
Los pistachos también son beneficiosos para combatir la hipertensión arterial, ya que facilitan la síntesis de óxido nítrico, que es un potente vasodilatador, lo que reduce la presión arterial. Frente a una dieta, sin ellos, el incluir estos frutos secos se ha demostrado beneficioso, pues consigue que, ante situaciones de estrés, se reduzca la presión arterial sistólica y la frecuencia cardíaca.
Además, el consumo de pistachos mejora la resistencia a la insulina y disminuye el incremento de los niveles de glucosa en sangre después de las comidas, tal y como mostró un estudio realizado por la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, por lo que se considera a estos frutos secos un buen aliado para evitar la diabetes tipo II.
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