En el corazón de Cataluña, junto a las costas del Mediterráneo, se esconde un tesoro inesperado. Un lugar donde el sol brilla con intensidad y la arena dorada se extiende hasta el infinito. No, no se trata de una playa más en el litoral catalán, sino de un desierto único en su tipo, conocido como el Desierto de Llorenç del Penedès. Esta sorprendente formación natural, que se encuentra en el sur de la provincia de Barcelona, es un destino turístico poco conocido que está llamando la atención de aventureros y amantes de la naturaleza de todo el mundo.
Un desierto dorado en la costa catalana: descubre la Punta del Fangar
El Delta del Ebro se extiende a lo largo de más de 330 km² como uno de los paisajes acuáticos más importantes no solo de Cataluña, sino de toda España. En este parque natural encontraremos una diversa flora y fauna y una enorme variedad de ecosistemas, desde campos de arroz hasta playas, salobrales, bosques de riberas y lagunas; de hecho, está declarado zona de importancia europea, zona Especial de Protección de Aves y Reserva Natural de la Biosfera.
Uno de los parajes más impresionantes del Delta del Ebro es la llamada Punta del Fangar, una península de arena que se adentra en el Mediterráneo. Como si fuera un desierto que se extiende junto al mar, este espacio natural es uno de los más populares del parque natural, y es que merece la pena acercarse para disfrutar de sus dunas, de su gran faro y de su tranquila playa.
La Punta del Fangar: dunas doradas y aves marinas
La Punta del Fangar, con una longitud de 7 km y una anchura de 3 km, se ubica en la zona norte del Parque Natural del Delta del Ebro, junto a la Bahía del Fangar. Lo que destaca de este paisaje es su impresionante sistema de arenales y dunas móviles, uno de los mejor conservados de toda la península ibérica. Aquí las arenas doradas se combinan con el azul del Mediterráneo creando una postal mágica.
Además, este ecosistema es una importante zona para la cría de aves marinas. En este paraíso para la observación de aves podremos contemplar especies como cormoranes, somormujos, gaviotas, charranes y fumareles, entre otros. La mejor época para esta actividad es en primavera, ya que coincide con el periodo de nidificación.
De un faro a una playa con espejismos
La única edificación que se alza sobre el horizonte de esta zona desértica es el Faro del Fangar, también conocido como La Faroleta. Con sus grandes dimensiones, sus colores rojos y blancos y el paisaje dunar que lo rodea, se ha convertido en uno de los iconos del Delta del Ebro. Además, es el único lugar del Fangar donde hay sombra, por eso es ideal para poder descansar antes o después de la práctica de senderismo, señalan desde Turismo del Delta del Ebro.
Por otra parte, en este paraje también encontraremos una playa, la de los Espejismos, llamada así porque durante las horas con más intensidad de sol se pueden ver espejismos de agua y todo lo que se ve en el fondo se ve borroso, explican.
Cómo llegar a la Punta del Fangar
Llegar a la Punta del Fangar solo es posible a pie, de modo que tendremos que dejar el coche un poco antes y caminar hasta la península. La mejor opción es aparcar en el parking de la playa de la Marquesa, un arenal virgen de unos 2 kilómetros de longitud. Desde ahí caminaremos entre el mar, a la derecha, y las dunas, a la izquierda, hasta llegar, una hora después, al faro.
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