Aprueban el traslado del asesino Josef Fritzl desde el hospital psiquiátrico a una prisión común.
En un giro inesperado, las autoridades judiciales han decidido aprobar el traslado del asesino Josef Fritzl desde el hospital psiquiátrico donde se encontraba recluido, a una prisión común. Esta medida ha generado un gran revuelo en la opinión pública, ya que Fritzl había sido condenado a cadena perpetua por el secuestro y abuso de su propia hija durante 24 años. La decisión de trasladar a Fritzl ha sido tomada tras una evaluación psicológica que determinó que el reo ya no requiere el tratamiento psiquiátrico intensivo que recibía en el hospital. Ahora, Fritzl se enfrenta a un futuro incierto en una prisión común, lejos de la atención médica especializada que recibía en el hospital.
El Monstruo de Amstetten cambiará de aislamiento: Josef Fritzl será trasladado a una prisión común
Un tribunal aprobó este martes el traslado de Josef Fritzl, el Monstruo de Amstetten, desde el centro para delincuentes con problemas mentales en el que se encuentra, hasta una prisión normal, donde seguirá cumpliendo cadena perpetua.
Fritzl fue condenado en Austria en 2009 por encerrar y violar a su hija durante 24 años. La institución, por otra parte, también ha rechazado la petición de ponerlo en libertad.
La decisión se basó en un informe pericial que dictamina que, debido a la demencia del condenado de 89 años y a su deterioro físico, ya no existe ningún peligro que haga necesario su internamiento en un centro terapéutico forense.
La abogada de Fritzl, Astrid Wagner, ha calificado de lógica la decisión del traslado, vista como un primer paso para la puesta en libertad de su cliente.
El tribunal, sin embargo, ha rechazado la petición que había solicitado la defensa del hombre argumentando su mal estado de salud.
La Fiscalía tiene catorce días para recurrir el traslado a la prisión convencional del conocido como Monstruo de Amstetten, por la localidad austríaca donde cometió sus crímenes.
El crimen que conmocionó a Austria
Fritzl encerró en 1984 a su hija Elisabeth, que entonces tenía 18 años, en un zulo en el sótano de la vivienda familiar, en la que también vivían su esposa y otros seis hijos, durante un cuarto de siglo.
En aquel momento, el hombre justificó la desaparición de la joven diciendo que se había fugado para unirse a una secta.
La esposa de Fritzl y sus otros hijos aseguraron, tras destaparse el caso en 2008, que nunca se percataron de que Elisabeth llevaba casi 25 años encerrada en el sótano, donde dio a luz a siete niños.
Tres de sus hijos fueron adoptados por el condenado, que fingió que los menores habían aparecido en la puerta de su casa abandonados por su hija, mientras que los otros tres permanecieron encerrados con su madre hasta 2008.
Fue al año siguiente cuando el varón fue condenado a cadena perpetua por los cargos de asesinato por omisión de socorro, esclavitud y violación.
Durante el juicio, el Monstruo de Amstetten llegó a afirmar que violar a su hija se convirtió en una adicción y los peritajes psicológicos lo describieron entonces como una persona sin ninguna empatía hacia sus víctimas.
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