Aumentan a cuatro las víctimas mortales en las protestas independentistas en Nueva Caledonia
La situación en Nueva Caledonia se vuelve cada vez más tensa. Las protestas independentistas que se vienen desarrollando en el archipiélago francés del Pacífico Sur han cobrado un nuevo y dramático giro. Lamentablemente, el número de víctimas mortales ha aumentado a cuatro, según fuentes oficiales. Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad han generado un clima de inestabilidad en la región. La comunidad internacional observa con preocupación la evolución de los sucesos en Nueva Caledonia, donde la población aborigen kanak y otros grupos independentistas exigen una mayor autonomía y, en algunos casos, la independencia total de Francia.
Violencia en Nueva Caledonia: Cuatro muertos y centenares de heridos en protestas independentistas
Una ola de violencia azota a Nueva Caledonia, un territorio autónomo de Francia en el Pacífico sur, donde cuatro personas han perdido la vida y centenares han resultado heridas en protestas independentistas que se oponen a una reforma constitucional.
El último fallecido es un gendarme de 22 años, miembro de una brigada móvil, que recibió un disparo en la cabeza en la localidad de Plum, al sur de la principal isla del territorio. A pesar de los esfuerzos de los servicios sanitarios, no pudieron salvarle la vida.
La situación en Nueva Caledonia es crítica, tras las revueltas lanzadas por grupos de jóvenes autóctonos que se oponen a una reforma del censo electoral aprobada por el Parlamento francés y que diluye el peso de la población local.
Los enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas del orden son constantes, lo que ha llevado al representante del Gobierno en la isla a calificar la situación de insurreccional. Numerosos edificios han sido incendiados y los enfrentamientos con las fuerzas del orden son constantes.
El ministro del Interior, Gérald Darmanin, afirmó que cientos de agentes habían resultado heridos en los enfrentamientos con los grupos de manifestantes.
Frente a esta situación, el presidente, Emmanuel Macron, ordenó que se decrete el estado de emergencia y dijo que será implacable para garantizar el orden. Además, ordenó al primer ministro, Gabriel Attal, que convoque a los partidos de Nueva Caledonia y retrasó la promulgación de la reforma constitucional para dar una oportunidad al diálogo.
El envío de refuerzos policiales es otra de las medidas tomadas por el Gobierno para intentar calmar la situación en Nueva Caledonia.
La reforma constitucional que desencadenó estas protestas tiene como objetivo diluir el peso de la población local en el censo electoral, lo que ha generado una gran oposición entre los grupos independentistas.
La situación en Nueva Caledonia es muy tensa y se teme que la violencia continúe en las próximas horas.
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