De la isla de supervivencia a la vida en un quiosco: el cambio de vida de Alejandro Alabalá
En un giro inesperado, Alejandro Alabalá, el famoso concursante del reality show La Isla de Supervivencia, ha decidido abandonar la vida de lujo y fama para embarcarse en una nueva aventura: la vida en un quiosco. Después de haber pasado por las pruebas más duraderas en la isla, Alabalá ha optado por dejar atrás la vida de celebridad y encontrar un nuevo propósito en la venta de periódicos y revistas. ¿Qué lo llevó a tomar esta radical decisión? ¿Cuál es el secreto detrás de este cambio de vida tan drástico? En las siguientes líneas, descubriremos la historia detrás de este inesperado giro en la vida de Alejandro Alabalá.
De superviviente a estanquero: la nueva vida de Alejandro Albalá
Alejandro Albalá, conocido por su relación con Isa Pantoja, ha dado un giro de 180 grados en su vida. De dejar atrás las cámaras y la televisión, ha pasado a ser el dueño de un estanco en el barrio madrileño de Carabanchel.
El joven, que se dio a conocer en televisión gracias a su romance con la hija de Isabel Pantoja, participó en el reality show Supervivientes y llegó a ser el jefe de producción de un concurso en la televisión pública de Castilla-La Mancha en 2021. Sin embargo, en 2022 decidió dejarlo todo atrás para emprender un nuevo camino.
Actualmente, Alejandro se encarga de que su negocio siga adelante día tras día, trabajando de 9:00 a 15:00 horas. En una entrevista en Sálvame Deluxe, reveló que monté un estanco porque me apetecía. Tenía dinero ahorrado y lo quise invertir con cabeza. Una inversión que no lamenta, ya que asegura ganar bastante más de 3.000 euros al mes.
Lejos quedan ya sus días en GH DÚO o Pesadilla en el Paraíso, en los que podía verse cada rincón de su personalidad. Antes, el joven era asiduo a hablar de su vida en redes sociales y platós, pero actualmente apenas hace uso de ellas. Su última imagen publicada en su perfil de Instagram fue en marzo.
Ahora, Alejandro se encuentra disfrutando de su nueva vida como estanquero, lejos de las cámaras y la televisión. Un cambio que parece haberle sentado bien, ya que se encuentra ganando más dinero y disfrutando de una vida más tranquila.
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