De la monotonía de la oficina a la aventura en Tailandia: Me sentía atrapada en una rutina que no me hacía feliz

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De la monotonía de la oficina a la aventura en Tailandia: Me sentía atrapada en una rutina que no me hacía feliz

Imagina despertar cada mañana con la sensación de monotonía y rutina, sintiendo que la vida se repite día tras día sin emociones ni sorpresas. Esa era mi realidad hace unos años, cuando me encontraba atrapada en una oficina que no me permitía explotar mi potencial ni mi espíritu aventurero. Sin embargo, un día decidí tomar el control de mi vida y hacer un cambio radical. Dejé atrás la seguridad y la comodidad de mi trabajo y me lancé a una aventura en Tailandia, un país que me ofreció la oportunidad de descubrir nuevos lugares, culturas y experiencias que cambiaron mi vida para siempre.

De la monotonía en la oficina a la aventura en Tailandia: Cristina Palacio se despidió de la rutina

Cristina Palacio, una pamplonesa apasionada de los animales, decidió dejar atrás su vida en España para embarcarse en una aventura en Tailandia, donde ahora cuida elefantes en un santuario.

Siempre fui casa de acogida de perros y gatos, cuenta Cristina a 20minutos. Sin embargo, su pasión por los animales la llevó a trabajar en un santuario de Tailandia, donde descubrió la realidad del sufrimiento de estos animales y los intereses económicos que había detrás de estos lugares sagrados.

La pasión por los animales llevó a una pamplonesa a cuidar elefantes en Tailandia

La pasión por los animales llevó a una pamplonesa a cuidar elefantes en Tailandia

Cristina llegó a Tailandia en 2015, después de decidir dejar atrás su vida en España, que la aterraba. No quería vivir en un piso en la ciudad, como en una colmena, explica. Su sueño era mudarse a una zona rodeada de naturaleza.

Con 27 años, Cristina estudió Humanidades y Relaciones Laborales, se tituló en Permacultura y obtuvo un diploma internacional en Biodiversidad y Conservación. Además, vivió dos años en Inglaterra y cuatro en Cerdeña. Sin embargo, su experiencia en Tailandia fue diferente.

De la cautividad a la libertad: la historia de Cristina Palacio y su lucha por proteger elefantes

Los primeros meses en Tailandia no fueron fáciles. Cristina se encontró con que los animales estaban siendo explotados en los santuarios de elefantes. Esta situación me marcó para siempre y me abrió los ojos de la realidad, recuerda. Sin embargo, decidió involucrarse más en el proyecto y logró implementar cambios positivos.

Después de escribir un blog de viajes sobre los falsos santuarios de elefantes, Cristina recibió una oferta laboral como subdirectora en un templo en Chiang Rai. Desde entonces, ha trabajado en varios centros y ONG, y actualmente es jefa de proyecto en Kindred Spirit Elephant Sanctuary (KSES).

Su principal objetivo es mejorar la vida de los elefantes en cautividad, cubriendo sus necesidades básicas y educar a la gente sobre el sufrimiento de estos animales. Los elefantes me inspiraron a seguir este camino y dejar mi vida en Navarra para trabajar por y para ellos, asegura.

Actualmente, Cristina se centra en el proyecto de KSES, trayendo de vuelta a los elefantes a su hábitat natural. Su jornada comienza a las ocho de la mañana, y algunos días se queda en la base de operaciones haciendo labores de oficina, mientras que otros se recorre entre seis y 20 kilómetros para ver a los elefantes.

No necesitan ser cuidados, ya que saben alimentarse, bañarse y moverse por sí mismos, explica Cristina. El único contacto con ellos es para proporcionarles comida extra por la deforestación y por las noches, cuando duermen confinados para evitar que destrocen los cultivos de maíz de los agricultores locales o ingieran algún tipo de pesticida.

El santuario donde trabaja Cristina es uno de los pocos centros que aceptan a elefantes macho, ya que suelen ser más agresivos. Todos los elefantes fueron rescatados en situaciones de abuso y maltrato, salvo el pequeño Junior, que nació hace un año en el santuario.

Aquí viven en su hábitat natural: los bosques de las montañas de Chiang Mai, aclara Cristina. El santuario ofrece varios programas de visita que van desde pernoctaciones puntuales hasta prácticas de investigación o marketing y fotografía de una a ocho semanas.

El apoyo de visitantes y voluntarios es crucial para la continuidad de estos lugares con situaciones económicas precarias. Desgraciadamente, los santuarios con altos estándares de bienestar son los que menos suelen visitar los turistas, lamenta Cristina.

Actualmente, Cristina se centra en su trabajo en KSES, luchando por proteger a los elefantes y concienciar a la gente sobre la importancia de tratar a estos animales con respeto y dignidad.

Patricia Martínez

Hola, soy Patricia, autora en El Noticiero. Me apasiona compartir las noticias más relevantes de actualidad, tanto a nivel nacional como internacional. Mi compromiso con la objetividad y la rigurosidad en la información es mi principal prioridad. ¡Te invito a descubrir las últimas novedades junto a mí en este periódico independiente!

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