En un contexto de creciente preocupación por la situación de personas sin hogar en España, un estudio revela que el alquiler social apenas representa un 2,4% del parque inmobiliario en el país. Esta cifra es aún más alarmante si se considera que no llega a cubrir las necesidades del 96% de la población que carece de un techo propio. Esta situación es especialmente preocupante en un momento en que la crisis habitacional y la pobreza siguen aumentando en España. La escasez de viviendas asequibles y la falta de políticas efectivas para abordar este problema están poniendo en riesgo la estabilidad y el bienestar de miles de personas. En este sentido, es urgente que se tomen medidas para ampliar la oferta de alquileres sociales y abordar la creciente emergencia habitacional en España.
El problema de la vivienda es un tema transversal que afecta a una gran parte de la población, pero se agrava especialmente entre los colectivos más vulnerables. En España, las viviendas de alquiler social representan apenas el 2,4% del parque inmobiliario, un porcentaje muy alejado de la media europea.
Según un informe presentado por el Observatorio del Alquiler, impulsado por la Fundación Alquiler Seguro y la Universidad Rey Juan Carlos, la falta de oferta de viviendas de alquiler social impide cubrir las necesidades habitacionales de personas en situación de exclusión social o en riesgo de llegar a ese punto. En concreto, el alquiler social no llega al 96% de las personas sin hogar que podrían beneficiarse de algún programa de este tipo.
Un problema que afecta a miles de personas
En España, hay aproximadamente 432.000 viviendas de alquiler social, una cantidad totalmente insuficiente para dar una alternativa habitacional a personas sin hogar y a otros colectivos en riesgo de exclusión social. Además, el informe destaca que el 76% de las personas sin hogar son hombres, la mayoría entre 45 y 55 años.
Canarias es la comunidad autónoma con una mayor proporción de la población en situación de sin hogar, con un 18,35%. Le siguen Murcia (12,7%), Navarra (11,73%) y Cantabria (11,3%).
El año pasado, se registraron 375.000 peticiones para acogerse a programas de alquiler social. Sin embargo, el informe detecta que la mayoría de personas sin hogar prefiere optar por ayudas económicas antes que por un alquiler social, al percibir enormes barreras para beneficiarse de estos programas.
En concreto, un 80,36% de las personas en situación de sin hogar reconocen haber solicitado una prestación económica, frente a tan solo un 3,7% que ha llegado a pedir una ayuda de alojamiento. Estas cifras constatan que las personas en situación de sin hogar no consideran que el Estado u otras administraciones puedan cubrir sus necesidades de una vivienda, apunta la investigación.
Una respuesta urgente es necesaria
Ante estos datos, el Observatorio del Alquiler insta a las administraciones a aumentar de forma urgente el parque de vivienda social para que estos recursos lleguen a todas las personas que los necesitan. Aumentar el parque de viviendas públicas es fundamental para garantizar el acceso y la eficacia del alquiler social para mejorar la calidad de vida y las oportunidades de las personas, subraya.
No disponer de un alojamiento adecuado y permanente supone una privación de oportunidades y va aparejado de otros problemas como la marginación o una mayor exposición a sufrir vejaciones y agresiones físicas, psicológicas y, sobre todo, en el caso de las mujeres, sexuales, recuerda el informe.
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