En un importante paso hacia la resolución de uno de los problemas urbanísticos más complejos de la ciudad, el Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado su compromiso para encontrar una solución integral y sostenible para la escalinata de la Sagrada Familia, uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad. En un plazo de tres años, el consistorio barcelonés trabajará en estrecha colaboración con los vecinos, expertos y organismos involucrados para diseñar y ejecutar un proyecto que permita mejorar la accesibilidad y la experiencia del visitante, al mismo tiempo que se preserva la integridad del patrimonio cultural de este icono arquitectónico.
Barcelona busca solución para la escalinata de la Sagrada Familia en tres años
El Ayuntamiento de Barcelona se ha comprometido a encontrar una solución urbanística para la escalinata de la Sagrada Familia en un plazo máximo de tres años. Esta decisión se ha tomado después de una reunión entre el consistorio, los vecinos de la zona y los afectados por las obras, con el objetivo de iniciar las negociaciones con la Junta Constructora del templo.
Según la primera teniente de alcaldía y responsable del área de urbanismo, Laia Bonet, la voluntad del consistorio es llegar a un acuerdo definitivo que cumpla con tres requisitos: que la decisión sea consensuada, que se garantice el derecho a la vivienda y que se acabe con la situación de provisionalidad.
Un planeamiento de 1976 genera una situación de afectación y de provisionalidad que necesitamos que termine, según ha explicado Bonet. Además, ha dejado claro que en el caso de que se tenga que expropiar o indemnizar a los vecinos afectados, quien debe hacerse cargo de estos gastos es el beneficiario de la expropiación, es decir, la Sagrada Familia.
En cuanto al número de inmuebles que podrían verse afectados, tanto Bonet como los portavoces de vecinos han dicho que no han hablado de eso. De hecho, la responsable de urbanismo ha señalado que, según la decisión definitiva, estos podrían cambiar. Según el Plan General Metropolitano (PGM) de 1976, la construcción de la escalinata podría afectar a 1.020 viviendas de la calle Mallorca.
Los vecinos están esperanzados
Los vecinos han salido contentos del encuentro y esperanzados. No obstante, Salvador Barroso, presidente de la asociación de los afectados por las obras de la Sagrada Familia, se ha mostrado cauto porque, según ha señalado, es el inicio de una negociación que no es fácil.
Por otro lado, Gabriel Mercadal, representante de la asociación de vecinos, ha añadido que lo ideal sería que la Junta Constructora del templo también se reuniese con ellos, ya que la única vez que lo hizo fue en 2019.
El futuro de la escalinata que diseñó Gaudí para la Fachada de la Gloria de la Sagrada Familia sigue en el aire, pero con la voluntad de los actores implicados en su construcción de avanzar cuanto antes en el proyecto definitivo.
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