El pacto secreto de Julian Assange: cómo el Gobierno australiano y EE. UU. llegaron a un acuerdo que cambió el rumbo de su lucha por la libertad

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El pacto secreto de Julian Assange: cómo el Gobierno australiano y EE. UU. llegaron a un acuerdo que cambió el rumbo de su lucha por la libertad

En un giro inesperado en la batalla legal de Julian Assange, fundador de Wikileaks, se ha revelado un pacto secreto entre el Gobierno australiano y los Estados Unidos que ha cambiado radicalmente el curso de su lucha por la libertad. A lo largo de los años, Assange ha enfrentado una serie de cargos y procesos judiciales en relación con la divulgación de documentos confidenciales y secretos de Estado. Sin embargo, recientemente se ha descubierto que las dos potencias mundiales llegaron a un acuerdo clave que ha modificado las circunstancias de su caso. En las siguientes líneas, exploraremos los detalles de este pacto secreto y cómo ha afectado la situación del controvertido activista.

Julian Assange, libre al fin: cómo un pacto secreto entre EE UU y Australia cambió su futuro

Después de más de 14 años de periplo legal, Julian Assange, fundador de WikiLeaks, ha recuperado su libertad. El australiano ha ratificado un acuerdo con el Gobierno de Estados Unidos por el que se le conmuta su tiempo en prisión y se le declara en libertad a cambio de declararse culpable de espionaje.

Assange vivirá su nueva vida en su país natal, Australia, después de una odisea que ha dejado muchas incógnitas. ¿Por qué EE UU decide llegar a un acuerdo ahora? ¿Qué papel ha jugado el Gobierno australiano? ¿Por qué se ha firmado la libertad en las Islas Marianas en medio del Pacífico?

El comienzo de la odisea

El comienzo de la odisea

Todo comenzó en 2010, cuando Assange hizo pública la mayor filtración de documentos clasificados de la historia de EE UU, que revelaban información sobre ataques a civiles en Irak y Afganistán, así como maltrato de presos en la cárcel de Guantánamo.

Tras la filtración, la Justicia sueca emitió una orden de arresto por cargos de abuso sexual. Aunque posteriormente fueron retirados, fue el inicio de una serie de procesos legales que le seguirían las acusaciones de EE UU por espionaje.

El refugio en la Embajada de Ecuador

En 2012, Assange se refugió en la Embajada de Ecuador en Londres, donde pasaría 7 años. Fue en esos años cuando se envió a prisión a la exsoldado Chelsea Manning, acusada de ser la filtradora principal de Assange. Indultada en 2017.

El Gobierno de Obama nunca llegó a pedir la extradición de Assange, pero la llegada de Donald Trump a la política norteamericana cambió las cosas y centró parte de su política de seguridad en WikiLeaks.

La presión internacional y el cambio de rumbo

Fue durante el gobierno de Trump cuando en 2019 las autoridades británicas recibieron el visto bueno de las autoridades ecuatorianas para arrestar a Assange y enviarlo a prisión de Belmarsh, conocida como la Guantánamo.

Durante cinco años, Assange evitó a toda costa que se produjera dicha extradición, solicitada en reiteradas ocasiones por el Departamento de Justicia del Ejecutivo de Joe Biden. Sin embargo, la intensa campaña de presión popular, liderada por organizaciones como Amnistía Internacional y pronunciamientos de la propia Naciones Unidas, logró que el Gobierno de Biden decidiera prestarse a negociar para cerrar de una vez un caso que podía afectar su imagen.

El acuerdo y la libertad

El acuerdo implicaba la colaboración de la Justicia británica y se firmó en las Islas Marianas, un archipiélago estadounidense en el Pacífico. Assange no compareció tras aterrizar en Canberra y necesitó tiempo para recuperarse y acostumbrarse de nuevo a la libertad.

El papel de Australia también ha sido importante en todo este proceso y el propio Assange agradeció a su llegada a Canberra al primer ministro, Anthony Albanese. El mandatario australiano había defendido en reiteradas ocasiones su libertad y Assange comparó el trabajo diplomático del Gobierno australiano con una misión del Equipo A.

Stella Assange, mujer del fundador de WikiLeaks, ha dado las gracias también al pueblo australiano y ha destacado la unidad de los australianos en torno al caso. Sin su apoyo no habría espacio político para lograr la libertad de Julian. (.) Ha hecho falta que todos ellos se unieran, millones de personas, gente trabajando delante y detrás de las cámaras, protestando en las calles durante semanas y años. Lo hemos logrado, ha sentenciado.

Luisa Herrera

Hola, soy Luisa, periodista de la página web El Noticiero, un periódico independiente de actualidad nacional e internacional. Mi pasión es descubrir las últimas novedades y presentarlas con la más rigurosa objetividad a nuestros lectores. Con mi pluma, busco informar, analizar y contextualizar la información para que todos puedan estar al tanto de lo que sucede en el mundo. Mi compromiso es con la verdad y la imparcialidad, para ofrecer un periodismo de calidad que contribuya al debate y la reflexión. ¡Gracias por seguirnos en nuestras noticias!

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