El papa Francisco sorprendió al mundo al lavar los pies a doce reclusas en silla de ruedas durante la celebración del Jueves Santo. Este gesto de humildad y cercanía hacia las personas más vulnerables se llevó a cabo en una prisión de Roma, donde el Sumo Pontífice quiso transmitir un mensaje de perdón y amor incondicional. La elección de lavar los pies de mujeres privadas de libertad y con discapacidad visual o motora resalta la importancia de la inclusión y el respeto a la diversidad en la sociedad actual. Este acto, cargado de simbolismo, refleja la misión del papa Francisco de acercarse a los marginados y recordar la importancia de la humildad y el servicio hacia los demás.
El papa Francisco lava los pies a 12 reclusas por Jueves Santo
El papa Francisco ha celebrado este Jueves Santo en la prisión femenina de Rebibbia en Roma, donde ha acudido para presidir la misa de la última cena y lavar los pies a doce reclusas, siguiendo la tradición iniciada desde el inicio de su pontificado. Para el Viernes Santo se espera que acuda al Coliseo romano para la pasión.
Un gesto de humildad en la prisión de Rebibbia
Las presas, visiblemente emocionadas, fueron testigos de este acto simbólico en el que el pontífice lavó y besó sus pies, transmitiendo un mensaje de perdón y servicio. Francisco destacó la importancia de Jesús al lavar los pies de sus discípulos, recordando que Jesús perdona todo, Jesús perdona siempre.
Continuidad de una tradición de humildad en Jueves Santo
Tras la homilía basada en el perdón, el papa Francisco realizó el lavado de pies, resaltando la vocación del servicio y la importancia de pedir perdón. Al finalizar la misa, las presas le regalaron productos elaborados por ellas, y el pontífice entregó un cuadro de la Virgen y el Niño como gesto de agradecimiento.
El significado del Jueves Santo en Semana Santa
Francisco explicó que en este día, Jesús enseñó con su ejemplo de humildad y servicio, inspirando a todos a seguir su camino. El papa argentino también tuvo la oportunidad de conocer al único niño que vive en la cárcel, demostrando su cercanía y cariño hacia los más necesitados.
Una tradición de servicio y perdón en la Semana Santa
A pesar de sus problemas de salud, el papa Francisco continúa con la tradición de celebrar el Jueves Santo en lugares de sufrimiento, mostrando su compromiso con los más vulnerables de la sociedad. Su visita a la prisión de Rebibbia fue un mensaje de esperanza y amor para las reclusas y el personal del centro.
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