El papa Francisco reaparece tras sus problemas de salud y clama contra la ferocidad de la guerra
En un emotivo retorno a los focos, su Santidad el papa Francisco ha vuelto a hacer eco de su mensaje de paz y reconciliación. Tras enfrentar recientes dificultades de salud, el sumo pontífice emergió para denunciar la ferocidad de la guerra y abogar por la compasión y solidaridad entre los pueblos. Sus palabras resonaron con fuerza en un mundo marcado por conflictos y divisiones, recordando la urgente necesidad de buscar caminos hacia la armonía y la justicia. Con su presencia renovada, el papa Francisco reafirma su compromiso con la defensa de los más vulnerables y su llamado a construir un mundo más fraterno y pacífico.
El papa Francisco condena la ferocidad de la guerra en emotiva Vigilia Pascual
El Sumo Pontífice, en la basílica de San Pedro, ha reflexionado sobre las distintas lápidas que sofocan la vida y apagan la confianza, clamando por los anhelos de paz quebrantados por la crueldad del odio y la ferocidad de la guerra.
Francisco ha presidido la Vigilia Pascual del Sábado Santo, una ceremonia de alrededor de dos horas, donde ha mencionado los miedos y amarguras que bloquean el camino hacia la alegría y la esperanza, refiriéndose a experiencias y situaciones que roban entusiasmo y fuerza para seguir adelante.
En un contexto marcado por la oscuridad simbólica de la muerte de Jesús, el Papa ha destacado la importancia de la Pascua como la fuerza de Dios, la victoria de la vida sobre la muerte, el triunfo de la luz sobre las tinieblas y el renacimiento de la esperanza entre los escombros del fracaso.
La Vigilia Pascual, una de las celebraciones más sugestivas de la Semana Santa, ha sido un momento de profunda reflexión sobre la crueldad de la guerra y el dolor, recordando que ninguna experiencia de fracaso o dolor puede tener la última palabra sobre el sentido y destino de la vida.
Este día, relacionado con el dolor, la tristeza y la reflexión, es parte del Triduo Pascual donde se rememora especialmente a la Virgen María tras la pérdida de su hijo, destacando la fuerza de la esperanza y la luz en medio de la oscuridad.
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