Rex Heuermann, el asesino en serie de Gilgo Beach
El presunto asesino en serie de Gilgo Beach, en el estado de Nueva York, Estados Unidos, ha sido acusado de matar a otras dos mujeres, sumando un total de seis posibles crímenes. Rex Heuermann, de 60 años, fue informado por el juez Timothy Mazzei, del Tribunal Superior de Suffolk, sobre los nuevos delitos de homicidio en segundo grado.
Los fiscales han relacionado a Heuermann con las muertes de Jessica Taylor, de 20 años, y Sandra Costilla, de 28 años. Taylor desapareció en julio de 2003 mientras trabajaba como acompañante en Nueva York y sus restos fueron encontrados ese mismo año y en 2011. Un pelo descubierto en el cuerpo de Taylor coincidió al 99,96% con uno de Heuermann, y una camioneta estacionada cerca de donde se halló su cadáver se parecía a una de la que era propietario en aquel momento.
Por otro lado, Sandra Costilla, originaria de Trinidad y Tobago, fue encontrada muerta en una zona boscosa cercana a la playa en 1993. Otros pelos en el cadáver de Costilla, que estaba semidesnudo y con diversas agresiones por arma blanca, también coincidieron con los de Heuermann al 99,96%.
El juez Mazzei ha ordenado que Heuermann permaneciera en prisión sin derecho a fianza. Su próxima cita con el tribunal está fijada para el 30 de julio.
Heuermann fue detenido en julio del año pasado cuando paseaba por una concurrida calle de Manhattan (Nueva York) después de salir del trabajo, sin saber que la policía le seguía. El historial del presunto asesino en serie se remonta a años atrás: se le acusó primero de homicidio por las muertes de Melissa Barthelemy, de 24 años; Megan Waterman, de 22; y Amber Lynn Costello, de 27, conocidas como Las cuatro de Gilgo. A principios de este año, fue acusado del asesinato de Maureen Brainard-Barnes, de 25 años.
Supuestamente, el ahora sexagenario habría acabado con la vida de estas mujeres y arrojado sus cadáveres a la playa de Gilgo en Long Island, al sureste del estado de Nueva York. Desde 2011, se han encontrado más restos humanos en la playa -incluidos los de un hombre y un bebé-, aunque Heuermann no es sospechoso en todos los casos.
Estos crímenes han sido objeto de varios documentales e inspiraron la película Lost Girls, estrenada en 2020.
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