El río Segura, que atraviesa el encantador pueblo de Murcia, es conocido por sus aguas termales que han sido famosas desde la época romana. Este río ha sido testigo de la historia y ha sido lugar de descanso y curación para generaciones. Las aguas termales de Murcia son apreciadas por sus propiedades curativas y terapéuticas, atrayendo a visitantes de todas partes en busca de bienestar y relajación. Con una tradición que se remonta a siglos atrás, estas aguas termales son parte fundamental del patrimonio cultural y natural de la región, ofreciendo una experiencia única y revitalizante para quienes se sumergen en ellas.
Descubre el oasis de verdor y salud en Archena, Murcia, con sus aguas termales famosas desde la época romana
Asentado a orillas del río Segura y abriendo las puertas al fértil Valle de Ricote, este municipio se erige como un oasis de verdor y tranquilidad en la Región de Murcia. Con montañas cubiertas de vegetación que rodean este pintoresco pueblo, su belleza natural se fusiona con la historia y la salud que emanan de sus aguas termales, conocidas desde la época romana.
Historia, salud y belleza se fusionan en Archena, Murcia, junto al río Segura
El balneario de la Virgen de la Salud, situado en el Santuario de la Virgen de la Salud, patrona de Archena, es uno de los atractivos turísticos más destacados de la localidad. Las aguas termales, que según Turismo de la Región de Murcia tienen poderes curativos, brotan a una temperatura de 50ºC, ofreciendo a los visitantes una experiencia rejuvenecedora y terapéutica única.
Este complejo de más de 200.000 metros cuadrados se alza como uno de los mejores destinos termales de España, proporcionando tratamientos de salud, belleza y bienestar que nutren tanto el cuerpo como el espíritu.
La historia se entrelaza con el presente a través de sus calles y monumentos. Desde los vestigios íberos hasta la influencia romana, pasando por la dominación cartaginense y la Reconquista, cada rincón de Archena cuenta una historia fascinante que se puede descubrir en lugares como el Museo de Archena.
La iglesia de San Juan Bautista, con su estilo barroco sobrio y su retablo gótico, es otro punto de interés imprescindible en Archena. Construida con la colaboración de los vecinos de la villa, esta edificación religiosa es un testimonio vivo del pasado y la fe de este pueblo.
Además de su riqueza histórica y termal, Archena ofrece a los visitantes una experiencia sensorial única durante las fiestas patronales, especialmente durante la procesión del Santísimo Corpus Christi.
En Archena destaca una construcción con aspecto de fortaleza, de referencias historicistas, ubicado en un altozano, el llamado Castillo de Don Mario. Construido en honor al que fue su dueño, el médico don Mario Spreáfico, en realidad es un antiguo palomar que hoy constituye una de las señas de identidad más características del pueblo.
Y, por supuesto, la gastronomía de Archena es un festín para los sentidos. Influenciada por la herencia morisca y los productos de la fértil huerta murciana, sus platos tradicionales como el arroz con conejo, las gachas o las sopas de ajo, junto con sus dulces típicos como los cuernos de merengue y hojaldre, transportan a los comensales a un mundo de sabores y aromas inolvidables.
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