El síndrome de la despedida: Barcelona se despide de un bar centenario en Sant Andreu, donde la historia se une a la exclusividad

En el corazón del barrio de Sant Andreu, en Barcelona, se encuentra un pedazo de historia que pronto dejará de latir. El bar centenario que ha sido testigo de la evolución de la ciudad durante más de un siglo, se despide para dar paso a un nuevo capítulo en la vida del barrio. Con más de 100 años de tradición, este emblemático bar ha sido un punto de encuentro para generaciones de vecinos y visitantes, y su cierre supone una pérdida irreparable para la identidad del barrio. En este artículo, vamos a despedirnos de este lugar emblemático y recordar la riqueza histórica y la exclusividad que lo han hecho único.

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El final de un emblemático bar: Versalles se despide después de 109 años en Barcelona

Barcelona se quedó sin uno de sus emblemáticos establecimientos, el icónico Bar Versalles, situado en pleno barrio de Sant Andreu. Después de 109 años de historia, el local cerró sus puertas el pasado 31 de mayo debido a la subida de precios y la imposibilidad de pagar el alquiler de 10.000 euros mensuales.

Este emblemático lugar de la capital catalana abrió sus puertas en 1915 en el carrer Gran de Sant Andreu. En un primer momento, el local se llamaba Petit Versailles, un nombre francés que tuvo que castellanizarse durante la dictadura de Franco —era obligatorio que todos los nombres de establecimientos estuviesen en español—. Así, pasó a ser conocido como Versalles, algo que se mantuvo hasta la actualidad.

De refugio antibombas a restaurante exclusivo

De refugio antibombas a restaurante exclusivo

Durante más de siete décadas, este local perteneció a la familia Heredero y su sótano —con una bodega y almacén que hasta ahora funcionaban como sala de celebraciones— sirvió como refugio durante los bombardeos de la Guerra Civil. Hasta la década de los 50, por sus puertas solo entraban hombres. Las mujeres tenían el acceso vetado, algo que cambió en los años 60 cuando pudieron empezar a acudir acompañadas por sus maridos y, más tarde, solas.

A pesar de que siempre mantuvo su esencia, entró en decadencia al pasar a manos de otros propietarios. En 2004, se unió al negocio un antiguo trabajador, Eduard Colomé. Cinco años después y tras una importante reforma, se hizo cargo del lugar Christian Puigdollers, otro antiguo empleado, que quiso recuperar su peculiar e histórica barra de madera. Así, tras una nueva obra, el Versalles volvió a abrir en 2010.

Poco duró esta nueva gerencia. Dos años más tarde, tomó el relevo del negocio Pere Riera. En 2015, y gracias al apoyo de sus clientes, el bar celebró su centenario. Sin embargo, el local ya estaba en decadencia. Sus mesas cada vez estaban más vacías. Los nuevos no conectaban con este espacio y los más veteranos no estaban de acuerdo con sus nuevos cambios. El Versalles pasó de ser un 'bar de pueblo' a ser un restaurante exclusivo.

Tras casi 110 años, se despide del barrio de Sant Andreu. El cierre de este emblemático bar es un gran golpe para la comunidad local y un ejemplo más de la difícil situación que enfrentan los pequeños negocios en la ciudad.

Sara Ortega

Soy Sara, redactora de la página web El Noticiero. En este periódico independiente de actualidad nacional e internacional, me dedico a investigar y redactar las últimas novedades con la más rigurosa objetividad. Mi pasión por el periodismo me impulsa a ofrecer a nuestros lectores información veraz y completa, manteniendo siempre la ética y el compromiso con la verdad. ¡Es un honor para mí formar parte de este equipo y contribuir a mantener a nuestros lectores informados de manera imparcial y profesional!

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