Un reciente estudio ha revelado una interesante correlación entre la calidad de nuestro sueño nocturno y la forma en que caminamos durante el día. Según los investigadores, la calidad del descanso nocturno podría influir de manera significativa en nuestra marcha diurna, siendo un indicador clave de nuestro estado de salud general. Los resultados obtenidos sugieren que las personas que experimentan un sueño más reparador tienden a mostrar una marcha más estable y fluida en comparación con aquellas que sufren de trastornos del sueño o insomnio. Esta interesante conexión plantea nuevas interrogantes sobre la importancia de cuidar la calidad de nuestro descanso no solo para el bienestar mental y emocional, sino también para nuestra salud física y movilidad cotidiana.
Estudio revela que la calidad del sueño influye en la forma de caminar
Un grupo de investigadores de la Universidad George Mason, en Virginia (Estados Unidos), ha publicado un estudio en el que logran establecer una relación entre el ritmo con el que caminamos y la calidad del sueño. Los autores colocaron sensores de movimiento en un grupo de adultos jóvenes y descubrieron que las personas que movían más las caderas al caminar, se encorvaban más o daban pasos irregularmente sincronizados, tenían más probabilidades de dormir mal.
Los investigadores identificaron estos rasgos utilizando tecnología de detección de movimiento e inteligencia artificial para determinar la diferencia entre los dos grupos. Joel Martin, kinesiólogo de la Universidad George Mason, quien dirigió el estudio, mencionó que La mayoría de la gente probablemente hace esta caminata diaria y negativa para su sueño sin pensar en ello. Cuando alguien tiene falta de sueño, tiende a caminar con menos estabilidad, por ejemplo.
Investigadores encuentran relación entre la marcha y el mal descanso nocturno
La relación entre los estilos de caminar y la calidad del sueño se ha establecido en personas mayores mediante múltiples investigaciones previas. Pero este es uno de los pocos estudios que analizan este vínculo en adultos jóvenes. Un estudio anterior realizado por psicólogos de la Academia China de Ciencias encontró un vínculo similar, pero más dramático, entre los estilos de caminar de los estudiantes y las cualidades del sueño.
El estudio, que examinó a 123 personas con una edad media de 24 años, reveló que el 59% dormían bien mientras que el 41% dormían mal. Después de sondear los hábitos de sueño de los participantes, los investigadores los enviaron a una caminata de dos minutos alrededor de una pista ovalada con sensores de movimiento adheridos a sus cuerpos.
Los hallazgos sugieren que las personas que duermen peor tienen un mayor riesgo de lesionarse al caminar, según los investigadores. Las personas que duermen mal pueden mostrar cambios muy sutiles en la marcha normalmente asociados con dificultad para iniciar y mantener la velocidad de la marcha, escribieron los investigadores en el artículo publicado en la revista Sleep Science.
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