Un reciente estudio ha arrojado luz sobre la forma en que nos comunicamos con nuestros compañeros caninos, revelando que tendemos a dirigirnos a ellos de manera similar a como lo hacemos con los bebés, pero no utilizamos las mismas expresiones faciales. La investigación, realizada por expertos en comportamiento animal, sugiere que los humanos adaptamos instintivamente nuestro lenguaje y tono de voz al interactuar con perros, adoptando un tono más agudo y afectuoso. Sin embargo, a diferencia de cuando nos dirigimos a bebés, no modificamos nuestras expresiones faciales al comunicarnos con los canes. Este descubrimiento plantea interesantes interrogantes sobre la naturaleza de nuestra relación con los perros y la influencia que nuestra comunicación puede tener en su comportamiento y bienestar.
Estudio revela diferencias en cómo hablamos a perros y bebés
Un estudio reciente ha demostrado que, aunque ya se sabía que hablamos con nuestros perros de manera similar a como lo hacemos con los bebés, utilizando un característico tono agudo y cariñoso, hay una diferencia crucial en la expresión facial que acompaña a esta prosodia exagerada.
La bióloga evolutiva Anna Gergely, conviviente con un perro, se preguntó si había diferencias en cómo hablamos con nuestras mascotas y nuestros pequeños humanos. Para responder a esta pregunta, diseñó un estudio titulado 'La cara detrás de la voz afectuosa', publicado en una revista especializada en comportamiento animal.
Metodología y resultados
Para el estudio, los participantes debían realizar tres monólogos breves: uno dirigido al bebé, otro dirigido al perro y otro al cónyuge. Durante décadas, la ciencia ha investigado cómo nos comunicamos con nuestros perros utilizando un estilo de habla entonado, similar al que usamos con los bebés, observando respuestas cerebrales similares en ambos al procesar este tipo de habla.
Los resultados sugieren que las expresiones faciales de los padres eran más intensas y exageradas cuando hablaban con los bebés, mientras que mostraban menos movimiento facial y expresiones más neutrales al dirigirse a los perros, a pesar de utilizar la misma voz. El estudio concluye destacando algunas limitaciones y señala posibles consideraciones para futuras investigaciones.
La ciencia avala que hablemos con nuestros perros
La investigación destaca la importancia de cómo nos comunicamos con nuestros perros y bebés, revelando diferencias en la expresión facial y el tono utilizado. Los resultados podrían variar en diferentes contextos sociales y culturales, por lo que se sugiere considerar las diferencias individuales de las personas que hablan y la calidad de la relación con los bebés en futuras investigaciones.
Referencia: 'The face behind the caring voice: A comparative study on facial prosodic features of dog-, infant- and adult-directed communication'. Édua Koós-Hutás y equipo. Applied Animal Behaviour Science (2024)
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