Un reciente estudio ha revelado un alarmante hallazgo sobre la relación entre la exposición prenatal a contaminantes químicos y el desarrollo de problemas de salud metabólica en niños. Según los resultados, la exposición a estos químicos tóxicos durante el embarazo puede tener un impacto significativo en la salud de los niños, aumentando el riesgo de padecer problemas como obesidad, diabetes y otros trastornos relacionados con el metabolismo. Esta investigación es fundamental para comprender la importancia de la salud ambiental durante el embarazo y la necesidad de tomar medidas para reducir la exposición a estos contaminantes.
Contaminación química en el embarazo: estudio revela riesgo de problemas metabólicos en niños
Un estudio del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) ha revelado que la exposición prenatal a mezclas de disruptores endocrinos se asocia con una peor salud metabólica en la infancia y un mayor riesgo de desarrollar síndrome metabólico.
El estudio, publicado en Jama Network Open, evaluó el impacto de las sustancias químicas que interfieren en el funcionamiento del sistema hormonal humano, el crecimiento y el metabolismo, sobre todos los factores del síndrome metabólico. Este síndrome aglutina un grupo de factores, como la obesidad abdominal, la hipertensión o la resistencia a la insulina, que en su conjunto incrementan el riesgo de enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
El estudio contó con la participación voluntaria de 1.134 madres y sus hijos de seis países europeos, como parte de la cohorte del proyecto HELIX (Human Early Life Exposome). Los investigadores analizaron muestras de sangre y orina recogidos durante el embarazo y el cordón umbilical tras el parto para detectar la exposición prenatal a 45 disruptores endocrinos.
Los resultados del estudio vinculan las mezclas de metales, sustancias perfluoroalquiladas y polifluoroalquiladas (PFAS), pesticidas organoclorados y retardantes de llama (o PBDEs) a un mayor índice de riesgo de síndrome metabólico. En particular, se destacó el efecto del mercurio, cuya fuente principal de exposición es la ingesta de pescados de gran tamaño.
La investigadora del ISGlobal, Martine Vrijheid, destacó que esta asociación puede contribuir al actual aumento de la prevalencia del síndrome metabólico a lo largo de la vida, que afecta a una cuarta parte de la población adulta.
Además, la investigadora del ISGlobal, Nuria Güil, explicó que se observaron diferencias en función del sexo: las asociaciones eran más fuertes en las niñas para las mezclas de PFAS y bifenilos policlorados (PCB), mientras que los niños eran más susceptibles a la exposición a parabenos.
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