Un hombre ha sido condenado a cuatro años y medio de prisión tras retener y robar en la casa de un oficial de policía con quien había establecido contacto a través de la aplicación Grindr. El individuo, cuya identidad se ha mantenido en anonimato, aprovechó la confianza ganada con el agente para perpetrar el delito. El juez encargado del caso señaló la gravedad de los hechos y destacó la violación de la intimidad y la violencia ejercida durante el suceso. Este veredicto subraya la importancia de la seguridad al interactuar con desconocidos en plataformas digitales y pone de manifiesto la necesidad de la prudencia y cautela al establecer relaciones virtuales.
Hombre condenado a prisión por robar y retener a policía conocido por Grindr
Un hombre ha sido condenado a cuatro años y medio de prisión por retener inmovilizado y robar a un mosso d'Esquadra al que conoció a través de la aplicación de citas Grindr. El juicio, que estaba programado para este jueves en la Audiencia de Barcelona, ha concluido con un acuerdo en el que el acusado ha aceptado la sentencia y se compromete a pagar una indemnización de 3.000 euros al agente por daños morales, de los cuales ya ha abonado 1.500, según informaron fuentes judiciales.
Con este acuerdo, el hombre ha admitido los cargos presentados por el fiscal, quien detalló que la noche del 4 al 5 de enero de 2020, se presentó en la casa del agente (sin conocer su identidad de mosso) acompañado de otros tres individuos, aprovechando la supuesta sorpresa del anfitrión al encontrarse en su hogar y creer que esperaba a una cita.
Al ingresar, lo inmovilizaron en el sofá y lo retuvieron durante aproximadamente cuatro horas, sustrayéndole la cartera, las llaves de la vivienda, del coche y del garaje. Además, lo amenazaron obligándolo a realizar transferencias bancarias desde su teléfono móvil por un total de 33.550 euros, aunque estas no se llegaron a concretar.
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Mientras el agente estuvo retenido, los asaltantes registraron la vivienda y encontraron el uniforme de mosso en un armario, lo que desencadenó burlas hacia su profesión y orientación sexual. Asimismo, lo ataron a una silla con una toalla y lo amenazaron con un cuchillo de cocina, recorriéndole el cuello, el pecho y la cara mientras exigían más dinero. Te voy a rajar el cuello si no me das la pasta, amenazaba el condenado.
Antes de retirarse, liberaron al agente, pero lograron llevarse varias pertenencias, entre ellas prendas de vestir, un reloj de marca, un chaleco antibalas, la cartera, un iPhone, un chaleco Steadycam y el uniforme del agente. De los otros tres individuos que ingresaron al piso, uno no fue identificado, otro era menor de edad y el tercero falleció durante la investigación del caso.
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