La accesibilidad en el hogar es un tema que afecta a un gran número de personas en España. Según un estudio reciente, más de la mitad de los españoles no podría moverse con facilidad en una silla de ruedas en su propia vivienda. Esta situación es especialmente preocupante, ya que la falta de accesibilidad en el hogar puede limitar significativamente la autonomía y la independencia de las personas con discapacidad o movilidad reducida. En este sentido, es fundamental abordar este problema y trabajar en la creación de entornos más accesibles, que permitan a todas las personas disfrutar de la comodidad y la seguridad de su propio hogar.
La Accesibilidad en el Hogar, un Desafío para la Mayoría de Españoles
Un informe revelador sobre la accesibilidad en los hogares españoles ha puesto de manifiesto que más de la mitad de la población tendría dificultades para desplazarse en silla de ruedas en su propio hogar. El estudio, titulado La Voz de la Accesibilidad, fue elaborado por la Fundación Mutua de Propietarios y destaca la realidad de los más de 2,4 millones de españoles con movilidad reducida.
Según el informe, el 52% de los españoles tendrían dificultades para desplazarse en silla de ruedas por las áreas comunes del edificio en el que residen, mientras que un 55% encontraría difícil moverse dentro de su propio domicilio. Estas cifras son aún más preocupantes si se considera que 270.000 de estas personas son mayores de 65 años.
El informe destaca que las barreras de accesibilidad en los edificios de viviendas son una realidad para el 87% de los españoles. Estas barreras impiden a las personas con movilidad reducida vivir de manera autónoma y, en muchos casos, se deben a la falta de inversión en obras de adaptación.
La directora de la Fundación Mutua de Propietarios, Cristina Pallàs, destacó que la movilidad reducida es uno de los principales problemas de la tercera edad y, por ello, resulta esencial que las comunidades de propietarios sean conscientes de la necesidad de hacer accesibles los edificios para facilitar la vida de los mayores.
Además de las dificultades en los espacios comunes y dentro de los hogares, el informe también destaca que acceder a edificios públicos, cruzar pasos de peatones, moverse en transporte público o, incluso, caminar por las aceras también entrañan una gran dificultad para las personas con movilidad reducida.
En cuanto a la accesibilidad en los espacios públicos, el informe destaca que los accesos a edificios públicos son los mejor valorados en materia de accesibilidad, con una puntuación de 5,65 puntos. Les siguen los pasos de peatones, con 5,61 puntos, y el transporte público adaptado, valorado con un 5,25. Por otro lado, las aceras figuran con un 4,4, debido a su falta de amplitud y su deficiente estado.
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