En un caso que conmocionó a la sociedad catalana, la acusación particular ha emitido un contundente comunicado en el que condena la implacable maldad de la imputada que asesinó a su propia hija de solo cuatro años en el municipio de Sant Joan Despí. La gravedad de los hechos ha generado un intenso debate en torno a la existencia de la maldad en la sociedad actual, y cómo ésta puede manifestarse de manera impune y cruel, sin distinción de género. La acusación particular destaca que la maldad existe y no tiene sexo, y que la sociedad debe reflexionar sobre la importancia de la protección de los más vulnerables.
La maldad existe y no tiene sexo: La acusación particular condena la implacable maldad de la imputada que mató a su hija de cuatro años en Sant Joan Despí
En la primera jornada del juicio por el asesinato confeso de una madre a su hija de cuatro años en Sant Joan Despí (Barcelona), la acusación particular ha afirmado que La maldad existe y no tiene sexo.
Según la acusación, hay madres que consideran a los hijos como su propiedad y nadie en el entorno laboral de la mujer, que trabajaba en un hospital, detectó previamente ninguna enfermedad mental. La acusación ha calificado el asesinato como un hecho abominable.
La defensa pide absolución por enfermedad mental
Por su parte, la defensa de la madre acusada de asfixiar a su hija y después intentar suicidarse, ha pedido la absolución alegando que la mujer sufría un trastorno mental, fruto de una grave depresión.
La defensa ha explicado que, antes de la noche del asesinato, María Cristina llevaba semanas pensando en el suicidio y que, ante el miedo de dejar a su hija en manos de la familia del padre, y por temor a que la niña perdiese el contacto con su familia materna, decidió que se fuera de este mundo con ella.
Piden prisión permanente revisable para la acusada
La Fiscalía y la acusación particular, ejercida por el padre y los abuelos paternos de la víctima, piden prisión permanente revisable para la madre, que confesó haber asesinado a su hija.
El fiscal ha querido remarcar al jurado que tiene que diferenciar entre un estado de ánimo malo y una enfermedad o trastorno mental. Esto último, ha dicho, se tiene que demostrar porque se puedan aplicar las atenuantes o eximentes legales.
María Cristina R.E. está acusada de haber asfixiado a su hija Yaiza en mayo de 2021, aprovechando que se encontraba dormida o bajo los efectos de una sustancia sedante que ella misma le administró, en una habitación que ambas compartían en el domicilio de la madre de la procesada y abuela de la víctima en Sant Joan Despí.
Posteriormente, la mujer intentó suicidarse ingiriendo un cóctel de medicamentos, según el ministerio público, lo que la sumió en un estado de coma por el que tuvo que ser hospitalizada.
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