En un movimiento que busca garantizar la libre competencia en el mercado, la Comisión Europea ha decidido investigar sobre las restricciones geográficas en la distribución de productos en la Unión Europea. Esta decisión se produce después de que la empresa responsable de la popular marca de galletas Oreo fuera multada por infracciones en la competencia. La investigación se centrará en las prácticas comerciales que limitan la venta de productos en línea y fuera de línea en diferentes países de la UE, lo que puede afectar negativamente a los consumidores y a las pequeñas y medianas empresas. La Comisión Europea busca garantizar que los consumidores europeos tengan acceso a una amplia oferta de productos a precios competitivos.
Aumentan las presiones para eliminar restricciones geográficas en la distribución de productos en la UE
La Comisión Europea ha anunciado que investigará las limitaciones y restricciones territoriales al suministro de algunos productos que cambian su precio dependiendo del Estado miembro en el que se comercialicen.
Este estudio se lleva a cabo después de que la Comisión Europea impusiera una multa de 337,5 millones de euros al grupo Mondelez, fabricante de chocolates y galletas como Oreo, Milka y Toblerone, por imponer barreras injustificadas al comercio de sus productos entre Estados miembros.
La comisaria europea responsable de Competencia, Margrethe Vestager, ha indicado que se trabajarán junto con las capitales para encontrar soluciones para eliminar estas restricciones. Esto es algo que, según un estudio de la Comisión en 16 Estados miembro, podría ahorrar potencialmente 14.100 millones de euros al año a los consumidores.
La propuesta de varios países, entre ellos Países Bajos, Bélgica, Chequia o Dinamarca, pide que se actúe para eliminar estas restricciones mediante una prohibición de la UE sobre discriminación basada en el lugar de establecimiento.
Si una empresa tiene una posición dominante y ha firmado acuerdos anticompetitivos, disponemos de herramientas que podemos utilizar, pero si no cumple estos requisitos, hay mucha controversia, ha explicado Vestager.
La comisaria ha señalado que algunas voces argumentan que la diferencia de precios a ambos lados de una frontera sólo refleja los aranceles o el poder adquisitivo del territorio, mientras que otras afirman que se trata de restricciones territoriales.
Por esta razón, Bruselas recabará datos de forma conjunta con los Estados miembro para ver qué soluciones se pueden aportar en este tipo de cuestiones cuando las compañías afectadas no tienen una posición dominante y carecen de acuerdos anticompetitivos.
Este estudio es un paso importante hacia la eliminación de las restricciones geográficas en la distribución de productos en la UE, lo que podría tener un impacto significativo en los consumidores y la competencia en el mercado.
La Comisión Europea está comprometida con la promoción de la competencia y la eliminación de las barreras comerciales injustificadas, y este estudio es un paso en la dirección correcta.
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