En el contexto urbanístico de Valencia, se destaca la relevancia que ha adquirido la construcción de vivienda protegida municipal, la cual se ve marcada por la presencia predominante de once barrios en la ciudad. Esta tendencia revela la importancia que las autoridades locales otorgan a la promoción de la vivienda asequible y la garantía de acceso a la misma para la población. La concentración de estas construcciones en determinadas zonas de la ciudad no solo impacta en el paisaje urbano, sino que también influye en la dinámica social y económica de dichos barrios. Es evidente que la planificación y ejecución de proyectos de vivienda protegida juegan un papel fundamental en la configuración de una ciudad más inclusiva y sostenible.
Once barrios lideran la construcción de vivienda protegida en Valencia
Once barrios concentran la construcción de las 846 viviendas de protección pública (VPP) que gestionará el Ayuntamiento de Valencia antes de que finalice el actual semestre. El Consistorio, y más concretamente el área de Urbanismo, tiene en marcha cuatro iniciativas con distintas fórmulas para edificar pisos protegidos, la gran mayoría destinados al alquiler asequible. Estos programas suponen el primer paso para llevar a la práctica una de las principales promesas electorales de la alcaldesa, María José Catalá, un plan específico para la construcción de 1.000 viviendas que permita abordar dos problemas: la falta de oferta y la escalada de precios que hacen cada vez más inaccesible alquilar o comprar una vivienda en la ciudad. Más a largo plazo, el Gobierno municipal trabaja para reactivar grandes bolsas de suelo como las de los PAI de Benimaclet o el Grao, aunque su tramitación es más lenta.
Valencia impulsa la edificación de viviendas protegidas en iniciativas urbanísticas
La Delegación de Urbanismo y Vivienda desarrolla en estos momentos cuatro vías diferentes para construir estas viviendas protegidas. La primera consiste en la construcción de 508 VPP en régimen de alquiler mediante la constitución de derechos de superficie, es decir, con la cesión temporal del suelo para su posterior edificación. Urbanismo está ultimando los pliegos de un plan que afecta a nueve parcelas de 11.683 metros cuadrados de superficie con una edificabilidad de 59.798,74 metros cuadrados de techo residencial y 2,253 m2 de techo terciario. Según explican a 20minutos fuentes de este departamento, los solares están situados en cinco barrios y pedanías de Valencia: Malilla, Ruzafa, Massarrojos, Nou Moles y Faitanar.
En segundo lugar, el Servicio de Vivienda gestiona directamente dos proyectos para levantar 71 viviendas: uno en la calle Pintor Sabater (Na Rovella), con 59 pisos, para el que ya se han presentado las ofertas y se está pendiente de su valoración para adjudicar el proyecto. En el caso del proyecto de la calle Músico Chapí (la Font de Sant Lluís), donde se levantarán 12 viviendas, ya está redactando proyecto de ejecución.
El tercer proyecto, adjudicado por la Sociedad Plan Cabanyal-Canyamelar por 362.811 euros, consiste en la redacción del proyecto básico y de ejecución para la construcción en la calle Astilleros de dos edificios de viviendas destinadas al realojo de los propietarios de los Bloques Portuarios, que serán demolidos por su precario estado. Este proyecto supondrá una inversión superior a los 9 millones de euros para la construcción de 50 viviendas.
Finalmente, la empresa municipal Aumsa está impulsando su propio plan con 217 viviendas gestionadas a días de hoy en el PAI de Moreras, en la avenida de los Naranjos (distrito de Algirós) y en las calles Fos y Ripalda del barrio del Carmen. Para la Concejalía de Urbanismo, hasta la fecha, este plan se ha caracterizado más por los anuncios que por las realidades. Según lo aprobado por el pleno municipal de junio de 2020, prevé 327 viviendas, aunque tres años después, en junio de 2023, solo se habían finalizado tres. Además, el 56% de las obras anunciadas por el anterior Ejecutivo local estaban paralizadas por pendientes de una licitación, añaden.
La vivienda, una obsesión
Las mismas fuentes subrayan que la construcción de vivienda pública se ha convertido en una obsesión para el Ayuntamiento de Valencia, que ha activado todas las fórmulas posibles para acelerar la puesta a disposición de los pisos a los demandantes de vivienda pública: derechos de superficie, promociones y planes específicos de Aumsa y del Plan Cabanyal.
El concejal de Urbanismo y Vivienda, Juan Giner, afirma que su departamento quiere poner sobre la mesa todas las posibilidades que tenemos a nuestro alcance para construir viviendas porque es una prioridad y una necesidad. En su opinión, en los últimos años no se ha apostado por la vivienda y menos por la pública y tenemos que cambiar esa tendencia. De hecho, una demanda que siempre les exponen las asociaciones vecinales en las reuniones es el incremento de la vivienda protegida. Este equipo de gobierno está trabajando para dar respuesta, concluye.
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