En un histórico y alarmante paso, la Isla de Lanzarote ha declarado Estado de Emergencia Social ante la grave situación de desamparo en la que se encuentran centenares de menores migrantes en su territorio. Esta medida, sin precedentes en la historia de la isla, busca abordar de manera urgente la crítica situación humanitaria que enfrentan estos niños y niñas, muchos de ellos solos y sin acompañamiento, que han llegado a la isla en busca de protección y refugio. La declaración de emergencia social busca movilizar recursos y esfuerzos para brindar asistencia inmediata a estos menores y garantizar su bienestar y protección.
Emergencia Social en Lanzarote: Cabildo Declara Estado de Emergencia ante Crisis de Menores Migrantes
El presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort, ha decretado la declaración de Emergencia Social en la isla ante las dimensiones que está alcanzando la situación de los menores migrantes no acompañados (menas) debido a la presión migratoria.
En la actualidad, Lanzarote cuenta con nueve dispositivos de acogida de menas; seis de ellos dependientes del Cabildo con un coste anual que supera los 4 millones de euros, y los otros tres gestionados por el Gobierno de Canarias.
La Corporación insular informó que esta medida también se ha llevado a cabo debido a las previsiones existentes para las próximas semanas y meses que apuntan a un incremento récord en la llegada de migrantes procedentes de la costa africana.
Oswaldo Betancort señaló que la firma de este decreto, que establece asimismo la atención prioritaria a los menores no acompañados, es un acto de responsabilidad del gobierno insular. Facilitará y agilizará la toma de decisiones inmediatas para poder acoger a los niños migrantes en las condiciones más dignas posibles, debido a la inacción manifiesta y la falta de respuestas reales del Gobierno español en este asunto prioritario y de extrema importancia para la isla.
El presidente añadió que esta declaración de emergencia social y atención prioritaria nos permite tener un marco legal para tomar decisiones extraordinarias ante una situación extraordinaria. Por ello se podrán tomar medidas urgentes y contundentes con el objetivo de amortiguar el impacto de esta crisis sin precedentes y ante la situación desbordante que se vive en los centros de acogida.
Solo la semana pasada llegaron 40 menores a la isla. Durante el pasado año 2023 se atendieron en Lanzarote, de forma estable, a 742 menas, llegando a nuestra isla un total de 190 pateras, frente a las 142 que arribaron en el año 2022.
Con respecto a este año 2024, de enero al pasado mes de junio, han llegado un total de 40 pateras. Tan solo en la última llegada de embarcaciones, llegaron a la isla de Lanzarote un total de 600 migrantes, de ellos 40 menores.
De cara a los próximos meses se espera la llegada a Canarias de unos 70.000 migrantes, de los que se prevé que 7.000, un 10%, sean menores. En estos momentos Canarias alberga 5.600 menores, y se calcula que a final de año podrían alcanzar la cifra de entre 12.000 y 16.000 menas.
El consejero insular de Bienestar Social e Inclusión, Marci Acuña, aseguró que la llegada masiva de menores migrantes a la isla implica una situación de emergencia debido a la imposibilidad de disponer de recursos y centros de acogida con las plazas necesarias para garantizar su atención inmediata.
De hecho -continuó- los recursos utilizados hasta la fecha se han visto desbordados, no encontrándose en el momento actual alternativas alojativas para poder acoger a estos menores. Por ello, esta declaración de emergencia nos permitirá disponer de todas las herramientas necesarias para articular mecanismos de atención de los y las menores migrantes no acompañadas que lleguen o residan en la isla.
La declaración de emergencia social en Lanzarote es un llamado a la acción para abordar la crisis de menores migrantes que vive la isla, y se espera que el Gobierno español tome medidas efectivas para paliar esta situación.
Esperamos que esta noticia sea de interés para nuestros lectores y les permita comprender la gravedad de la situación que se vive en la Isla de Lanzarote.
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