La venta a granel de alimentos y bebidas, una nueva realidad para los consumidores
El año 2023 ha comenzado con novedades que afectan directamente a la forma en que los consumidores realizan sus compras. Además de la bajada del IVA en determinados productos básicos de alimentación, se ha aprobado el Real Decreto 1055/2022, de 27 de diciembre, de envases y residuos de envases.
Este decreto, que entró en vigor el pasado 1 de enero, busca reducir la producción y el consumo de envases, especialmente plásticos, debido a su perjuicio medioambiental, con el objetivo final de avanzar en la implantación de la economía circular y alcanzar los nuevos objetivos de reciclado para 2025 y 2030.
Fomento de la venta a granel
Una de las iniciativas del Gobierno para lograr estas pretensiones consiste en fomentar la venta a granel de alimentos y bebidas en supermercados. Los establecimientos que superen los 400 metros cuadrados deberán dedicar al menos el 20% de su superficie de ventas a productos sin embalaje o con envase reutilizables.
Para lograr esto, la nueva norma obliga a los comercios a aceptar que los consumidores lleven su propio tupper o cualquier envase reutilizable similar para realizar su compra en la carnicería o la pescadería, lo que pondrá fin a las bolsas de un solo uso o el papel con el que se suele despachar este tipo de productos.
Información obligatoria en el pescado vendido a granel
Hasta ahora, se admitía comprar fruta y verdura con una bolsa de tela, pero este decreto sirve para ampliar los tipos de envases permitidos para comprar a granel. Los establecimientos deberán pesar previamente el recipiente para que el cliente pague solo por el peso neto del producto que adquiere.
Los comercios podrán vetar el envase si no está en buenas condiciones de uso y limpieza. Estos recipientes podrán ser rechazados por el comerciante si están manifiestamente sucios o no son adecuados, quedando exentos de la responsabilidad por los problemas de seguridad alimentaria que se pudieran derivar de la utilización de los recipientes aportados por los consumidores, ha explicado el Gobierno.
Reutilización de envases de bebida
La reutilización de envases de bebida en el canal doméstico implicará un ahorro de costes, derivado por un lado de la menor fabricación de envases de un solo uso, y por otro de la desaparición de los costes de gestión de los residuos cuya generación se ha evitado, según el Ejecutivo.
La OCU critica la norma
Pese a sus buenas intenciones, el decreto no goza del visto bueno absoluto de los consumidores. La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha calificado la norma de poco ambiciosa y ya ha avisado de que estará vigilante para que las nuevas obligaciones que se imponen a los productores no se trasladen a los consumidores en forma de sobrecoste.
La organización cree que es positivo que el Gobierno ofrezca soluciones más sostenibles y que ya eran demandadas por los consumidores, como el comercio a granel o el uso de recipientes reutilizables, pero opina que también es necesario conseguir que las alternativas más sostenibles sean accesibles y asequibles y construir una infraestructura de reciclaje eficaz para garantizar que los consumidores dispongan de la información necesaria para tomar sus decisiones.
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