La percepción que tenemos de nuestra propia voz suele ser motivo de incomodidad para muchos de nosotros. Un reciente estudio científico ha arrojado luz sobre este fenómeno, revelando que la diferencia entre cómo escuchamos nuestra voz en nuestra mente y cómo la perciben los demás puede ser la causa de esta aversión. Según los investigadores, al hablar, el sonido se transmite de manera diferente a través del aire y los huesos, lo que hace que al escucharnos en una grabación, nuestra voz nos resulte extraña e incluso desagradable.
Descubre por qué nos incomoda el sonido de nuestra propia voz al escucharla, Audiólogo explica por qué nos suena extraña nuestra voz al grabarla
Muchas personas, al enviar un audio de WhatsApp, suelen escucharlo después. En ese momento, al igual que al vernos en un vídeo hablando, nos sorprende lo rara que nos suena nuestra propia voz. Pero, ¿por qué ocurre este fenómeno? Según Ashish Shah, un audiólogo de The Hearing Care Partnership, hay una razón por la cual nuestra voz suena diferente de lo que estamos acostumbrados, aunque así es exactamente como suena a los demás, según recoge el Mirror.
Cuando hablamos, el sonido de nuestra voz llega a nuestros oídos de dos maneras: externamente por conducción aérea e internamente a través de nuestros huesos. La conducción ósea transfiere frecuencias más bajas que el sonido transmitido por el aire no puede, y eso es lo que da a nuestras voces el tono más bajo al que estamos acostumbrados, explica Shah.
Cuando hablamos con otra persona, solo escucha nuestra voz a través de un sonido transmitido por el aire, por lo que nos escuchará en una frecuencia más alta, y lo mismo ocurre al escuchar nuestras propias voces a través de una grabación, continúa.
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Cuando escuchamos nuestra voz a través de una grabación, no tenemos el sonido de conducción ósea para agregar las frecuencias más bajas, por lo que nos escuchamos de una manera a la que no estamos acostumbrados. Y es por eso que a menudo encontramos personas que afirman no gustarles el sonido de su voz al escucharla, afirma Shah.
Curiosamente, un estudio mostró que al pedir a un grupo de participantes que calificaran el atractivo de varias grabaciones de voz diferentes, incluyendo secretamente la suya, calificaron su propia voz mucho más alto cuando no se dieron cuenta de que era la suya, explica.
Generalmente, no analizamos las voces de los demás, por lo que casi puedes garantizar que la gente no esté analizando la tuya. El juicio que emitimos sobre el sonido de nuestra voz se basa en que no es lo que sabemos o esperamos de nosotros mismos y por eso nos incomoda, pero la realidad es que esta es la única manera en que los demás nos conocen, concluye el experto.
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