En el conflicto de Karabaj, el papel de las mujeres ha sido clave en la limpieza de minas y restos explosivos en la región. Estas heroicas mujeres, que se atreven a desafiar el peligro, han demostrado una encomiable valentía al enfrentar los riesgos diarios para limpiar las zonas afectadas. A pesar del miedo que les invade, se concentran en su objetivo de ser más eficaces en su trabajo, sabedoras de la importancia de su labor para la seguridad de la población. Su determinación y coraje son un ejemplo a seguir en una región donde la paz y la estabilidad siguen siendo un desafío.
Mujeres desminadoras: heroínas que arriesgan su vida para limpiar minas en Karabaj
La región de Karabaj, en Azerbaiyán, es un paisaje de desolación que recuerda a Bosnia-Herzegovina en los años noventa o Ucrania en la actualidad. La guerra que concluyó el año pasado ha dejado un legado de destrucción y minas antipersonas y antitanques que siguen matando y mutilando a civiles y militares.
Un paisaje de desolación
Las aldeas están completamente destruidas y los cascos urbanos de las ciudades que quedan en pie muestran muchos edificios alcanzados por artillería pesada o destruidos con cargas de dinamita. Karabaj es una de las zonas más contaminadas de minas antipersonas y antitanques y de proyectiles sin explosionar del mundo.
Según las autoridades, hay al menos un millón y medio de minas enterradas y un número desconocido de granadas de cañones y carros de combate que pueden detonar si se manipulan. Desde 1991 hasta el 2 de mayo de 2024, el número de víctimas por minas antipersonas se acerca a las 3.500, con 358 niños y 38 mujeres entre los afectados.
La lucha por la paz
La región vive sumida en operaciones de desminado desde 2020. 2.281 artificieros pertenecientes a agencias gubernamentales, como la Agencia Nacional para el Desminado (ANAMA), han conseguido limpiar 117.768 hectáreas, desactivando más de 50.000 minas y más de 62.000 proyectiles sin explosionar. Sin embargo, solo se ha neutralizado un 3,32% de las minas plantadas.
Mujeres valientes
Entre los artificieros hay 25 mujeres desminadoras, entre 23 y 44 años, que trabajan en el programa de desminado financiado por la Unión Europea. Las mujeres tienen mucha paciencia y son muy eficientes en la neutralización de las minas, explica Umud Mirzayev, director del Fondo Internacional de Prensa Euroasiática.
Salima Mayilova, de 25 años, lleva nueve meses en el programa de desminado. Quería formar parte del primer contingente de mujeres en mi país y mis padres me han apoyado, reflexiona al lado del campo minado donde está trabajando. Reconoce que tengo miedo pero me concentro en el trabajo para ser más eficaz.
La memoria de la guerra
La guerra ha dejado un legado de dolor y sufrimiento en la región. Baxtiyar Abbasov, de 29 años, fue herido por la explosión de una mina antipersona y sufrió una doble amputación. Hasanali Aliyev, de 23 años, también perdió una pierna al pisar una mina antipersona.
Zamaddin Hasanov, de 38 años, perdió ambas piernas al pisar una mina. Mansour Maharramov, de 43 años, fue alcanzado por la carga de una mina antipersona que le afectó a la columna vertebral y lo dejó paralizado y sin sensibilidad en las piernas.
Paz y seguridad
Las mujeres desminadoras trabajan incansablemente para limpiar el paisaje de minas y restablecer la paz y la seguridad en la región. Su trabajo es arriesgado pero esencial para que la región pueda renacer de las cenizas de la guerra.
Tenemos que limpiar esta tierra de minas para que nuestros hijos puedan vivir en paz, dice Amina Aliyeva, de 37 años, desminadora y madre de cuatro hijos.
La lucha por la paz en Karabaj es una lucha que requiere coraje, determinación y sacrificio. Las mujeres desminadoras son las heroínas de esta lucha, arriesgando sus vidas para limpiar el paisaje de minas y restablecer la paz y la seguridad en la región.
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