En el contexto de un clima marcado por lluvias y precipitaciones, resulta preocupante que los embalses muestren un descenso en sus niveles. Esta paradoja hidrológica se contrapone a la tendencia positiva que se observa en Cataluña, donde se evidencian mejoras en las cifras relacionadas con el almacenamiento de agua. A pesar de la aparente contradicción entre la disminución general y los avances locales, es crucial analizar en detalle los factores que inciden en este fenómeno. La gestión sostenible de los recursos hídricos se vuelve aún más relevante en momentos en los que la variabilidad climática desafía la capacidad de los embalses para mantenerse en niveles óptimos.
Descenso en niveles de embalses a pesar de las lluvias, Cataluña muestra mejoras, Cataluña y Andalucía remontan en reservas de agua a pesar de descenso general
Tras cuatro semanas de crecimiento, el nivel de los embalses vuelve a descender. Las lluvias de estos días, asociadas al paso de varios frentes, no han ayudado así a la reserva hídrica, que frena la tendencia al alza del último mes y pierde casi 400 hectómetros cúbicos de agua en siete días. Pese a ello, las precipitaciones sí han ayudado a las cuencas andaluzas y catalanas, que siguen remontando, poco a poco, las críticas cifras que llevaron hace meses a decretar la emergencia por sequía en numerosos territorios.
Así lo aseguran los datos publicados por el Ministerio de Transición Ecológica, que revela el estado de los embalses españoles cada martes. Según este organismo, la reserva cuenta ahora con 36.900 hectómetros cúbicos de agua. Tras perder 0,6 puntos porcentuales desde la semana pasada, se encuentra ahora al 65,94% de su capacidad total. Aun así, a pesar de este nuevo descenso, la situación actual sigue presentando números mucho mejores que los de hace un año. En 2023, los embalses españoles acumulaban en esta misma semana de abril tan solo 27.800 hectómetros cúbicos, unas cifras con las que la reserva no llegaba ni a superar la barrera del 50% (49,65%). Esto supone que el agua embalsada en nuestro país se encuentra ahora hasta 16 puntos por encima.
Los datos son también positivos si los comparamos con la media de esta misma semana en los últimos diez años, que se sitúa al 64% con 36.400 hectómetros cúbicos de agua. Por tanto, pese a la sequía registrada durante los últimos periodos, las precipitaciones de los últimos meses han conseguido que la reserva eleve su nivel hasta situarse, al menos, en una situación similar a la de la última década.
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La parte contraria al descenso general se presenta en Cataluña y Andalucía, que siguen mejorando esta semana sus reservas de agua. En el caso de la primera región, su territorio ha registrado este 29 de abril el día más lluvioso desde el 23 de noviembre de 2021. Unas precipitaciones que han provocado acumulados de 50 mililitros y la crecida de varios ríos.
Por ello, la región consigue aumentar su nivel y se encuentra ya al 18,2%, un número cada vez más alejado del 16% con el que se decretó la situación de emergencia en más de cien municipios de Barcelona y su área metropolitana. Está previsto además que las lluvias sigan golpeando la región los próximos días, por lo que se espera que los números continúen aumentando.
El territorio andaluz, por su parte, también crece ligeramente. La cuenca de Mediterránea Andaluza sube del 31,1% al 31,4; Guadalete Barbate lo hace del 30,6 al 30,7 y Guadalquivir del 47,1 al 47,2% de su capacidad. A su lado la cuenca del Segura, que también se encuentra en números bajos, aumenta también del 24,3 al 24,5%.
En cuanto al resto de cuencas, las que mejores datos presentan son una vez más las ubicadas en el norte peninsular. La que tiene los mejores números de España vuelve a ser la del Duero, al 91% esta semana. Tras ella se encuentran las cuencas internas del País Vasco, al 90,5%; Miño-Sil, al 86,9%; Cantábrico Occidental, al 86,5%; Cantábrico Oriental, al 86,3% y Galicia Costa, al 80,6%.
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