En un nuevo giro político, varias instituciones españolas han decidido romper relaciones con Israel, sumándose a la creciente ola de solidaridad con la causa palestina. Esta decisión surge en un contexto de creciente tensión en el conflicto israelí-palestino, y coincide con la huelga de hambre emprendida por un grupo de estudiantes españoles, que buscan llamar la atención sobre la situación de opresión que viven los palestinos. La iniciativa de estos jóvenes estudiantes ha generado un gran impacto en la opinión pública española, y ha llevado a más instituciones a tomar cartas en su mano y a condenar la ocupación israelí en los territorios palestinos.
Universidades españolas toman cartas en mano y rompen relaciones con Israel
Las universidades españolas continúan mostrando su apoyo a Gaza. Este martes, la Universidad Pública de Navarra ha decidido evitar relaciones con centros israelíes que no rechacen crímenes contra la humanidad, y la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla ha roto directamente todas las relaciones actuales y futuras con empresas y centros educativos de Israel.
Mientras tanto, miles de universitarios siguen acampados frente a sus centros educativos como protesta. Así, los estudiantes que están desde hace una semana en la Universidad Pablo de Olavide han decidido mantener su postura de fuerza, incluido un encierro en el rectorado, a pesar de que la institución haya anunciado esta ruptura de relaciones.
Los alumnos, además, han llevado a cabo una manifestación desde el rectorado de la Universidad hasta la Facultad de Derecho. Esa protesta ha tenido como reclamo la ruptura de relaciones con empresas y centros israelíes. Y esa es, de hecho, una de las principales reivindicaciones que los estudiantes de toda España están llevando a cabo en diferentes universidades españolas.
Por otro lado, en Granada ya han levantado el asentamiento que construyeron el 8 de mayo, después de que el viernes la Universidad anunciara la ruptura de relaciones con centros de Israel. Simulan cadáveres en un acto en Santiago para exigir el fin del genocidio en Palestina.
De esta misma forma, también han roto relaciones institucionales y académicas hasta que se detenga el genocidio las universidades de Barcelona y la de Jaén.
Por otro lado, en Santiago de Compostela los universitarios siguen al pie del cañón y continúan la acampada en la Facultad de Historia desde el pasado martes. También convocado otra concentración este miércoles para denunciar el silencio mostrado por las autoridades de la institución académica sobre la guerra en Gaza.
Por ello, más de dos centenares de universitarios están durmiendo en los pasillos de la facultad para mostrar su solidaridad con el pueblo palestino y pedir a las autoridades de las universidades gallegas que reclamen un alto el fuego inmediato y permanente.
Manifestaciones en Murcia, Madrid.
En Murcia, los universitarios permanecen desde el pasado día 13 en el campus de La Merced de la universidad para exigir al rectorado que rompa también cualquier relación con Israel, que acoja a la comunidad educativa palestina y que condene la destrucción de universidades en Gaza y Cisjordania.
Entretanto, en Madrid, las asociaciones de la 'Acampada por Palestina han denunciado la ruptura unilateral de la negociación con los vicerrectores de las seis universidades públicas, a quienes instan a retomar los contactos y a que se posicionen del lado bueno y dejen de ser cómplices de un genocidio.
Así, al cumplirse dos semanas desde el inicio de la acampada el 7 de mayo en la explanada de la Complutense, las asociaciones han celebrado una rueda de prensa presidida por una gran pancarta que decía Las unis no se sientan a negociar. Cómplices del genocidio.
Levantan la acampada propalestina en Valencia, pero con el anuncio de la llegada de verdaderas acciones políticas.
Los profesores que integran la Red Universitaria de la Comunidad de Madrid por Palestina relevarán a los estudiantes acampados en la explanada de la Complutense para que estos puedan descansar y retomar su preparación de exámenes en el período que comienza.
Consideran, así, que en tanto no haya un acuerdo con contenido concreto entre las asociaciones estudiantiles y los rectorados madrileños, que permita avanzar, en materia de bloqueo de la colaboración con el genocidio en curso en Gaza, su obligación es apoyar a los estudiantes.
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