No menos de 18 personas requieren atención médica después de ver una representación artística que incluyó escenas explícitas de sexo y sadismo, report

No menos de 18 personas requieren atención médica después de ver una representación artística que incluyó escenas explícitas de sexo y sadismo, reportando síntomas de náuseas y ansiedad.

Una inquietante noticia ha conmocionado a la comunidad artística y a la opinión pública en general. Un evento artístico que pretendía ser una forma de expresión y reflexión, terminó convirtiéndose en una experiencia traumática para decenas de personas. Al menos 18 espectadores requirieron atención médica inmediata después de presenciar una representación que incluía escenas explícitas de sexo y sadismo. Los afectados reportaron síntomas de náuseas y ansiedad, lo que ha generado un intenso debate sobre los límites de la libertad de expresión y la responsabilidad de los artistas hacia su audiencia.

Escándalo artístico: personas requieren atención médica después de ver representación explícita de sexo y sadismo

La historia se repite casi cien años después, con el estreno de Sancta, una obra de performance de la coreógrafa austríaca Florentina Holzinger, que ha versionado la ópera de Paul Hindemith y August Stramm, y la ha llevado al límite de lo explícito en lo sexual, lo violento y lo macabro.

Con una intención queer-feminista, la creadora de la obra, estrenada en Alemania, incluye todo tipo de elementos que van del sexo al sadismo, lo que provocó que 18 personas tuvieran que abandonar el patio de butacas por arcadas, desmayos o ansiedad, requiriendo la atención de los servicios sanitarios.

La obra cuenta la historia de una monja llamada Susana que se entrega a sus necesidades sexuales, pero incluye escenas impactantes y explícitas, como monjas desnudas patinando en un half-pipe, mujeres teniendo relaciones lésbicas explícitas o Jesucristo dando azotes a monjas sin ropa, antes de cantar canciones de Eminem.

Pero las escenas más crudas son las en las que personas se cuelgan del fondo del escenario como crucificados, desnudos, mientras chorros de sangre falsa caen sobre ellos. No es todo, en una de las escenas se simula que se corta un trozo de piel del costado de un artista y luego se asa a la parrilla para supuestamente ilustrar el cuerpo de Cristo.

La actuación tiene una restricción de edad de 18 años por incorporar actos sexuales, acrobacias dolorosas, sangre real y falsa, piercings y lesiones ficticias, tal como lo describía el periódico alemán Süddeutsche Zeitung.

Entre las advertencias al comprar las entradas, se advierte de que algunos espectadores pueden sentirse incómodos o incluso traumatizados por las escenas que van a ver durante las 3 horas que dura la obra, mientras que se recomienda para quienes buscan con valentía nuevas experiencias teatrales.

La coreógrafa Florentina Holzinger, austriaca de 38 años, ya es conocida por sus montajes teatrales controvertidos centrados en los desnudos y acrobacias impactantes, artes marciales y circo (incluido faquires y tragasables).