Nueva York da un paso audaz hacia la sostenibilidad con la inauguración de su primer rascacielos totalmente eléctrico en las Megaconstrucciones. Este hito arquitectónico marca un antes y un después en la historia de la gran manzana, mostrando un compromiso firme con la energía limpia y el cuidado del medio ambiente. La innovación y la tecnología se unen para crear un edificio emblemático que servirá como ejemplo a seguir en la lucha contra el cambio climático. Este proyecto no solo redefine el horizonte de la ciudad, sino que también resalta la importancia de adoptar soluciones ecoamigables en la construcción de infraestructuras urbanas. Sin duda, esta construcción pionera representa un paso significativo hacia un futuro más sostenible y respetuoso con nuestro planeta.
### Nueva York estrena su primer rascacielos eléctrico en Brooklyn, el Alloy Block
El Alloy Block, un edificio pionero en la lucha contra la contaminación en Nueva York, se erige como un símbolo de compromiso con la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Según Christopher Halfnight, director de investigación y políticas del Urban Green Council, los edificios son responsables del 40% de las emisiones de la ciudad, principalmente debido a las calderas de gas y petróleo.
Este innovador edificio, ubicado en Brooklyn, lleva por nombre 'The Alloy Block Downtown' y no solo albergará residencias, sino también negocios, escuelas, oficinas y espacios verdes, entre otras cosas. Con una altura proyectada de 301 metros, finalmente alcanza los 256 para preservar el paisaje urbano, marcando un hito en una ciudad donde la dependencia del gas y el petróleo es común en la construcción.
El proceso de construcción no estuvo exento de desafíos, como la suspensión de nuevas conexiones de gas en Brooklyn debido a conflictos entre la empresa de servicios públicos y los reguladores estatales. Además, la Ley Local 97, que requiere la reducción del 40% de emisiones de carbono en varios edificios, supuso un cambio de planes para el Alloy Block, que pasó de ser un edificio de gas a uno totalmente eléctrico.
El diseño del Alloy Block se enfoca en la eficiencia energética, con un sistema que recupera y reutiliza gran parte de la energía utilizada para calefacción y refrigeración. Cada habitación estará digitalizada y monitorizada, permitiendo un control preciso de la temperatura y un menor impacto ambiental. AJ Pires, presidente de Alloy, adelanta la construcción de una segunda torre con tecnologías aún más avanzadas, que podría significar un ahorro en las facturas de los residentes.
En cuanto a la disponibilidad de viviendas, ya se han reservado 45 de las 440 del primer bloque, con precios que oscilan entre los 3.400 y los 11.200 dólares al mes, dependiendo del tamaño y las comodidades. Este proyecto no solo marca un avance en la construcción sostenible en Nueva York, sino que también es un ejemplo de las innovaciones necesarias para cumplir con los objetivos ambientales de la ciudad para el año 2050.
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