El reciente incidente en el que el propietario de un restaurante respondió de manera contundente a una crítica negativa de un cliente ha generado un intenso debate en las redes sociales. En su respuesta, el propietario expresó: Lamento que no puedas leer, haciendo referencia a la supuesta falta de comprensión por parte del cliente. Esta declaración ha provocado reacciones encontradas entre los usuarios, algunos apoyando la postura del propietario y otros cuestionando su actitud. La polémica ha puesto de manifiesto la importancia de la comunicación efectiva en el ámbito de la atención al cliente y la necesidad de abordar las críticas de manera respetuosa y constructiva. Sin duda, este acontecimiento servirá como punto de reflexión para el sector de la restauración en cuanto a la gestión de la opinión pública.
Propietario de restaurante responde con sarcasmo a crítica de cliente insatisfecho
Una camarera lleva la carta del restaurante a los comensales. Pixabay
La cuenta de Twitter Soy Camarero, reconocida por compartir historias relacionadas con la hostelería, ha dado a conocer la respuesta de un propietario de un restaurante a una reseña negativa de un consumidor descontento con los precios.
Un robo a mano armada. Me cobraron por dos tercios de Amstel sin alcohol ocho euros (cuatro euros la unidad). Las bebidas tardaron mucho en llegar y los aperitivos eran de escasa calidad y cantidad, expresó el cliente en su crítica. Además, mencionó que los habían apurado a toda prisa de la mesa, a pesar de que había suficientes mesas disponibles en el local, concluyendo su reseña con la firme decisión de no regresar al establecimiento.
Dueño de restaurante defiende sus precios y servicio ante crítica negativa
Ante esta crítica desfavorable, el dueño del restaurante no titubeó al responder: De momento no usamos pistolas para atender a los clientes. Siento mucho que no seas capaz de leer los precios en la carta, ni tampoco seas capaz de decidir si te quieres sentar en la mesa de un local aceptando sus normas y sus precios.
Y concluyó de manera irónica: Tienes razón, llevamos desde 2005 intentando echar a los clientes, cuánto más deprisa mejor, es el máximo objetivo que tiene cualquier local público, pero todavía no llegamos a conseguirlo. Muchas gracias por tu tiempo.
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