¿Puedes leer las emociones de tu gato? Solo tres de cada diez españoles saben reconocer los maullidos y gestos de su mascota

La relación entre humanos y gatos ha sido un tema de interés durante siglos. A pesar de la cercanía emocional que podemos sentir hacia nuestros felinos amigos, solo un 30% de los españoles es capaz de reconocer los maullidos y gestos que revelan el estado emocional de su mascota. Esta sorprendente estadística revela la falta de comprensión que tenemos sobre el lenguaje no verbal de nuestros gatos. ¿Cuáles son las claves para leer las emociones de tu gato? ¿Cómo podemos mejorar nuestra comunicación con ellos? En este artículo, exploraremos los secretos detrás del lenguaje felino y te brindaremos consejos prácticos para entender mejor a tu gato.

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Desentrañar el lenguaje de los gatos: solo tres de cada diez españoles saben leer los maullidos de su mascota

Entender a nuestros perros, gatos y otros animales de compañía a veces no es fácil. De hecho, en el caso de los gatos, al haber tenido un proceso de domesticación diferente al de los canes, a veces puede ser una tarea realmente difícil. No obstante, nuestros pequeños felinos emplean un lenguaje característico para comunicarse con nosotros a través de los maullidos.

Con el objetivo de profundizar en la comprensión de las necesidades y comportamientos de los gatos en los hogares españoles, Sanicat, marca experta en arenas para gatos y bienestar felino, ha desarrollado la I edición del Barómetro felino. Entre los resultados, una de las principales conclusiones de dicho estudio es que solo tres de cada diez españoles creen reconocer el maullido de su gato cuando se encuentra mal.

Debemos aprender a reconocer qué nos quiere decir nuestro gato para poder interpretar sus emociones, satisfacer sus necesidades en cualquier momento y, sobre todo, saber cómo actuar ante ciertas situaciones, expresa Celia Alesanco Ballesteros, experta etóloga felina. Todo esto en su conjunto, ayudará a crear una convivencia enriquecedora tanto para ellos como para sus dueños.

Las familias españolas con animales gastan 3.000 millones al año en sus cuidados, con un gasto medio de 1.215 euros por hogar. Alesanco explica que los maullidos son una de las principales formas de comunicación de los gatos y que, en ellos, emplean una amplia gama de tonos, intensidades y duraciones para interactuar, sobre todo, con las personas. Cada tipo de maullido tiene un significado distinto y a veces puede resultar difícil interpretarlos, agrega.

El lenguaje de los gatos: un código para descifrar

El lenguaje de los gatos: un código para descifrar

Por ejemplo, si nuestro gato tiene hambre o sed, los maullidos suelen ser persistentes y de mayor intensidad que los habituales. Este caso es reconocido por ocho de cada diez dueños españoles de gatos, que sí afirman reconocer este sonido ya que, puede tener un tono agudo y repetitivo, a menudo acompañado de comportamientos como frotarse contra las piernas de sus dueños o dirigirse hacia la fuente de alimento o agua más cercana, detallan los resultados del estudio realizado por Sanicat.

En el caso del enfado, los maullidos del gato suelen ser más fuerte y ásperos que los normales, un tipo de maullido que, según el estudio, el 57 por ciento de los dueños logran reconocer. Estos gritos pueden ir acompañados de sonidos graves, gruñidos y bufidos, sobre todo si los gatos se sienten acorralados, detallan.

Otro motivo por el cual nuestros pequeños mininos pueden maullar es por el estrés o la ansiedad. Los maullidos tienden a ser agudos, a menudo repetitivos y en ocasiones, intermitentes, afirman desde Sanicat. Sin embargo, solo el 18 por ciento de los dueños de gatos logran reconocer este sonido.

Por supuesto, nuestros gatos también pueden maullar por problemas de salud. En estos casos los maullidos se convierten en algo constante, con un tono diferente o dirigido a acciones concretas de su rutina diaria, expresa la experta felina. Esto puede ser indicativo de que algo no va bien.

En este sentido, solo el 30 por ciento de los dueños de gatos distinguen el malestar en sus maullidos, por ello, debemos estar atentos a si su intensidad o frecuencia cambian repentina y continuadamente, afirman los resultados del estudio. Por ello, cualquier cambio en su conducta siempre conviene consultarlo con un veterinario.

Sara Ortega

Soy Sara, redactora de la página web El Noticiero. En este periódico independiente de actualidad nacional e internacional, me dedico a investigar y redactar las últimas novedades con la más rigurosa objetividad. Mi pasión por el periodismo me impulsa a ofrecer a nuestros lectores información veraz y completa, manteniendo siempre la ética y el compromiso con la verdad. ¡Es un honor para mí formar parte de este equipo y contribuir a mantener a nuestros lectores informados de manera imparcial y profesional!

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