Témpanos y calenturas: qué causan los sofocos en la menopausia y cómo mitigarlos
La menopausia es un período de trastornos hormonales y físicos que afectan a las mujeres en la etapa final de su vida reproductiva. Uno de los síntomas más comunes y molestos de esta etapa es el sofoco, un aumento brusco de la temperatura corporal que puede provocar calenturas, sudoración excesiva y malestar general. ¿Cuáles son las causas detrás de este fenómeno? ¿Hay algún modo de mitigarlos y disfrutar de una menopausia más cómoda y tranquila? En este artículo, exploraremos las respuestas a estas preguntas y ofreceremos consejos prácticos para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida de las mujeres en esta etapa.
Sofocos y menopausia: Claves para aliviarlos
Cada vez son más las mujeres en España que están en la fase del climaterio, un momento en el que se empiezan a experimentar múltiples cambios en el organismo, como el acaloramiento del cuerpo, es decir, los sofocos.
¿Qué son los sofocos?
Un sofoco es la sensación repentina de calor en la parte superior del cuerpo. La piel puede enrojecer y puede resultar en sudoración. Los sudores nocturnos también son sofocos que ocurren por la noche y pueden interrumpir el sueño, según la Mayo Clinic.
¿Qué provoca los sofocos en la menopausia?
La Dra. Laura López Chardi, especialista en Ginecología y Obstetricia del Instituto Dra. Gómez Roig y miembro de Grupo Top Doctors, explica que los sofocos se producen por una alteración en los mecanismos de regulación de temperatura a nivel cerebral. No obstante, no sabemos exactamente la causa que los origina, porque además no todas las mujeres lo van a tener en la misma frecuencia e intensidad.
Lo que sí se asocia a la menopausia es el descenso hormonal, sobre todo el descenso de los estrógenos.
¿Cómo aliviar los sofocos en la menopausia?
La actividad física es una de las claves para aliviar los sofocos. La experta recomienda hacer ejercicio regularmente, ya que cualquier actividad que nos pueda aliviar el estrés o nos pueda relajar, seguro que va a beneficiar la disminución de frecuencia de los sofocos.
Otra práctica que puede ayudar a paliar los sofocos es la meditación. Cualquier práctica que nos pueda relajar y pueda hacernos sentir bien, bajar sobre todo los niveles de estrés, seguro que va a ser positivo para poder disminuirlos.
La doctora recomienda hacer meditación diariamente, unos 30 minutos, pero si no es posible, hacerlo al menos tres o cuatro veces a la semana.
¿Cuándo debo preocuparme por los sofocos de la menopausia?
Si tus sofocos persisten después de haber realizado estos cambios en tu día a día, deberás plantearte acudir a un profesional. Hablamos de cuando los sofocos son realmente frecuentes e intensos, interfieren en nuestro día a día o nos hacen despertar por la noche y nos interrumpen el sueño produciendo un mal descanso.
En este caso, es importante consultar con el médico, ya que existen opciones terapéuticas, ya sea mediante suplementación o ya mediante tratamiento hormonal, que seguro nos van a mejorar estos síntomas.
Es fundamental, si empiezas a sentir que los sofocos están interfiriendo en tu vida diaria, que consultes al profesional. De esta manera, podrá explicarte detalladamente, según tus indicaciones y según tu historial médico, qué medicación es más adecuada para tu caso.
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