Tiktoker recibe amenazas y renuncia a colaborar en la búsqueda de Jay Slater en Tenerife
En un giro inesperado en la búsqueda del joven desaparecido Jay Slater en la isla de Tenerife, un popular Tiktoker ha decidido renunciar a su colaboración en la investigación. Según fuentes cercanas, el influencer había estado trabajando estrechamente con las autoridades para ayudar a encontrar al joven británico, pero recibió amenazas anónimas que lo llevaron a tomar esta difícil decisión. La noticia ha generado conmoción en las redes sociales, donde muchos usuarios han expresado su preocupación por la seguridad del Tiktoker y su familia. En este momento, la investigación continúa sin la colaboración del influencer, lo que ha generado un nuevo obstáculo en la búsqueda de Jay Slater.
Tiktoker británico renuncia a ayudar en búsqueda de Jay Slater tras recibir amenazas de muerte
Tras tres semanas de la desaparición del turista británico de 19 años Jay Slater en Tenerife, el tiktoker Callum Fahim ha decidido abandonar la búsqueda del joven después de recibir inquietantes amenazas de muerte.
Fahim había viajado a la isla hace dos semanas para ayudar a la familia de Jay en la búsqueda, pero según ha adelantado The Independent, ha denunciado ante la Policía británica mensajes horribles con amenazas de muerte.
Al parecer, Fahim acudió a las autoridades después de aterrizar en Londres y recibir vídeos en los que un hombre le esperaba en el aeropuerto. Se lo he dicho a la Policía, pero son todo cuentas falsas de Facebook. Me están volviendo loco, ha señalado al tabloide británico.
La situación se volvió crítica cuando recibió un mensaje que le advertía de que le buscarían a su llegada a la capital. Ten cuidado, la gente te encontrará en el aeropuerto, ten especial cuidado. Él dijo que le encantaría comunicarse con usted, rezaba uno de los mensajes. Se han llegado a filtrar imágenes de personas esperándole en el aeropuerto o preguntando a otros pasajeros por él.
La búsqueda de Jay Slater
Jay Slater, el joven británico desaparecido en Tenerife, envió un mensaje a sus amigos admitiendo haber robado un Rolex. Fahim, que acudió a ayudar a la familia del desaparecido en la búsqueda después de que la Policía española decidiera dejar la investigación, ha cesado en su empeño tras recibir los mensajes y ante la falta de recursos y esperanzas.
Las cosas no me cuadraban. No me sentía seguro ahí fuera, pero sentía que tenía el deber de estar allí. No quería fracasar hasta que lo encontráramos. Al escuchar la angustia de su madre, con la mano en el corazón, no les deseo más que éxito. Regresé a casa por razones de seguridad, pero no quería rendirme porque sentía su dolor, ha declarado Fahim.
Además, el chico ha querido dejar claro que no es mala persona y que tiene el corazón roto por la desaparición de Slater. Amenazan con matarme, ha sentenciado. Realmente me importa, pero estoy recibiendo mensajes horribles de personas que amenazan con matarme. Dicen que me van a encontrar y me van a romper la espalda.
Últimas informaciones del caso
De las últimas informaciones del caso de Slater, del que no se sabe nada desde el pasado 17 de junio, poco más se sabe. Este domingo su propia familia, que no cesa en el empeño de encontrarle, declaraba a medios ingleses que creen que hay terceras personas implicadas en el suceso.
Todo apesta, afirmó su padre, que además apuntó a que los dos hombres que vieron a Jay por última vez son la clave para dar con su paradero.
Jay Slater voló a Tenerife junto a dos amigos para asistir a un festival de música. En la madrugada del 17 de junio, sus compañeros regresaron al hotel, pero el joven quiso seguir de fiesta y se trasladó hasta un Airbnb con dos hombres británicos que había conocido. Uno de ellos es Ayub Qassim, un traficante de drogas que pasó nueve años en la cárcel, mientras que del otro todavía se desconoce su identidad.
Al parecer, el chico pasó toda la noche en ese alojamiento y a la mañana siguiente decidió irse por su cuenta a pesar de que los hombres le habrían ofrecido llevarlo hasta su hotel. Llamó a su amiga Lucy para decirle que estaba perdido, sediento, que solo le quedaba un 1% de batería y que se había cortado con un cactus. Más tarde su teléfono sonó por última vez y no se supo nada más de él.
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