Títulazo: Nadal en Roland Garros: 116 partidos, 112 victorias y un dominio sin igual
En el mundo del tenis, hay dominios y hay DOMINIOS. Y Rafael Nadal en Roland Garros es el ejemplo más claro de este último. Con 116 partidos disputados en el torneo francés, el español ha logrado un impresionante 112 victorias, lo que refleja su absoluto dominio en la tierra batida parisina. ¿Cuál es el secreto de este reinado sin igual? En las siguientes líneas, analizaremos los factores clave que han llevado a Nadal a convertirse en el rey indiscutible de Roland Garros.
La leyenda de Roland Garros: Rafa Nadal se despide con un récord de 116 partidos y 112 victorias
Rafa Nadal ha podido jugar este lunes, posiblemente, su último partido en el torneo de Roland Garros, aquel sobre el que ha construido una leyenda única y posiblemente irrepetiblemente en el curso de la historia.
El mallorquín no pudo tener peor suerte en el sorteo del cuadro, que le emparejó en la primera ronda con el alemán Alexander Zverev, que llegaba tras ganar Roma. Y finalmente, la razón pudo con la ilusión y el tenista español ha sido netamente inferior a su rival, despidiéndose de su amor eterno quien sabe si para siempre.
Un récord impresionante
El adiós de Nadal al torneo sobre arcilla no emborrona la estadística. Las cifras, tan frías como exactas, confirman el dominio que el tenista mallorquín ha impuesto durante dos décadas en París. A saber: 116 partidos, 112 victorias. Solo tres jugadores han podido con él: Djokovic (cuartos de 2015 y semifinales de 2021) y Robin Söderling (2009), aquel año en que Rafa 'permitió' que Federer convirtiera en realidad otro milagro, que el suizo ganara Roland Garros.
Homenaje a Nadal del público francés en Roland Garros: Rafa, Rafa, Rafa
Un dominio sin igual
Ningún otro tenista ha logrado tampoco acumular tantos éxitos en un solo lugar. Nadal ha jugado 19 veces Roland Garros, con 14 triunfos una bestialidad (2005, 2006, 2007, 2008, 2010, 2011, 2012, 2013, 2014, 2017, 2018, 2019, 2020 y 2022). Cada ocasión que Rafael llegó a una final, levantó la Copa de los Mosqueteros.
El dominio del español fue insultante durante varias ediciones. No solo ganaba, arrasaba: en cuatro ocasiones ganó el torneo sin perder un solo set durante las dos semanas, nunca encajó un solo rosco y no perdió un partido entre 2010 y 2015. Solo Djokovic pudo pararlo.
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