En la última década, el consumo de marisco ha aumentado significativamente en todo el mundo, lo que ha generado una creciente preocupación por la seguridad alimentaria. Los tóxicos en el marisco pueden ser una amenaza silenciosa para la salud de los consumidores. Estas sustancias peligrosas pueden esconderse en los productos del mar que llegan a nuestras mesas, poniendo en riesgo la salud de millones de personas. La contaminación marina, la presencia de metales pesados y otros contaminantes químicos son solo algunos de los peligros que acechan en el marisco que consumimos a diario. En este artículo, exploraremos los riesgos ocultos en el marisco y qué podemos hacer para proteger nuestra salud.
- El peligro es real: los tóxicos escondidos en el marisco que comes
- Alerta sanitaria: los mariscos pueden contener mercurio y otros tóxicos
- Un plato saludable, pero con riesgos: los tóxicos en el marisco
- El marisco, un alimento saludable, pero con cuidado, por favor
- Los peligros ocultos en el marisco
El peligro es real: los tóxicos escondidos en el marisco que comes
El marisco es necesario en nuestra dieta por su contenido en omega 3, hierro y antioxidantes. Sin embargo, aunque su ingesta está recomendada por los expertos en nutrición en el seno de una dieta equilibrada y variada, lo cierto es que conviene tener en cuenta que se trata de productos con más posibilidades que el resto de portar ciertas sustancias tóxicas.
Alerta sanitaria: los mariscos pueden contener mercurio y otros tóxicos
Para saber cuáles son los peligros más comunes en la ingesta de marisco, fuente de proteínas de alta calidad y bajo en calorías por otra parte, hemos consultado al doctor Pedro J. Tarraga López, miembro del grupo de trabajo de Digestivo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG).
Un plato saludable, pero con riesgos: los tóxicos en el marisco
El marisco es un alimento saludable, pero debemos tener cuidado. Aunque en la mayoría de las encuestas llevadas a cabo para conocer los gustos en el consumo de marisco y crustáceos entre la población española revelan que a la inmensa mayoría son productos que les gustan, sólo un tercio de la población los incluye en su dieta.
Con las gambas y los langostinos hay que tener cuidado, puesto que en sus cabezas se acumula el cadmio. No es buena idea chupar las cabezas, puesto que en muchos casos podrían contener cadmio. Tampoco debemos ingerirlo crudo ni poco cocinado, y los caparazones deben estar perfectamente lavados previamente.
El marisco, un alimento saludable, pero con cuidado, por favor
El marisco debe comprarse en lugares autorizados que cumplan las normativas que garanticen un control sanitario. No debemos comprar marisco si desconocemos su procedencia, puesto que podrían llevar implícitos problemas de conservación.
El marisco es un producto de temporada, por lo que debemos atender a sus fechas de excelencia, y diversificar su consumo a lo largo del año y según corresponda, para obtener todos sus beneficios intactos.
Los peligros ocultos en el marisco
El doctor Tárraga nos cuenta cuáles son las principales sustancias tóxicas que podría contener el marisco, y qué efectos tiene sobre la salud.
1. El mercurio, ese metal tan temido (y extendido)
El mercurio es un metal que se encuentra de forma natural en las rocas, y que por diversas circunstancias puede ser liberado al medio ambiente por la erosión de los suelos, los incendios forestales o la actividad volcánica.
El mercurio llega a los ríos y al mar, a través de la lluvia, y también a través de aguas residuales y vertidos industriales. En ese momento, el mercurio llega a los animales que viven en el agua, como son los mariscos.
La mala noticia es que este metal se acumula en pescados y mariscos en forma de metilmercurio, su forma más tóxica. El mercurio puede alterar muy seriamente nuestra tensión arterial, provocando hipertensión.
2. Cuidado con la saxitoxina
Debemos tener especial precaución a la hora de comer moluscos bivalvos como mejillones, almejas, ostras o vieiras con una sustancia tóxica denominada saxitoxina.
La saxitoxina actúa sobre los canales de sodio dependientes de las neuronas (imprescindibles para el funcionamiento neuronal normal), lo que impide la función celular y acaba produciendo parálisis.
3. Los microplásticos por contaminación de las aguas
Aunque resulten imperceptibles para nosotros, los pescados y mariscos que ingerimos pueden portar microplásticos por la contaminación de las aguas marinas.
Los vertidos sólidos, y en especial la contaminación por microplásticos, es un gran problema de salud para los seres humanos.
Se ha demostrado que los peces y otros animales acuáticos ingieren microplásticos y que en realidad estamos comiendo peces que ingieren ese plástico.
Por lo que respecta a estas micropartículas diminutas que pueden ser absorbidas por nuestra pared intestinal y entrar a formar parte del torrente sanguíneo, tienen una serie de efectos peligrosos sobre la salud de los seres humanos en forma de cromosomas alterados que podrían desembocar en obesidad, infertilidad e, incluso, algunos tipos de cáncer.
Deja una respuesta