En el panorama económico español, hay un fenómeno que ha marcado un antes y un después en la forma en que los consumidores adquieren bienes y servicios. Se trata de la irrupción de los grandes almacenes, que han revolucionado la economía española en las últimas tres décadas. Estos gigantes del comercio han llevado a cabo una auténtica revolución en el sector, caracterizada por la oferta de rebajas y descuentos que han cambiado la forma en que los españoles compran. Desde la llegada de estos establecimientos, la economía española ha experimentado un cambio significativo, con una mayor competitividad y una mayor oferta para los consumidores. En este artículo, exploraremos cómo los grandes almacenes han transformado la economía española en las últimas tres décadas y qué implicaciones ha tenido este fenómeno para los consumidores y la economía en general.
La revolución de los grandes almacenes: Pepín Fernández y el nacimiento de las rebajas en España
El origen de las rebajas en España
Los consumidores españoles esperan con ansia las tradicionales rebajas en verano, una oportunidad para adquirir artículos a un precio inferior al original. Sin embargo, este período de ofertas y descuentos no existía hasta entrados los años 30 del siglo pasado. El responsable de esta innovación fue Pepín Fernández, quien fundó Sederías Carretas durante la segunda República (1931-1936).
En 1935, después de las fiestas navideñas, Fernández puso en marcha lo que se conoció como ventas post-balance para darle salida al stock acumulado y dejar espacio en su tienda a nuevos productos. Esta fórmula comercial basada en atractivos descuentos, que conocía a la perfección de su etapa laboral en los almacenes cubanos El Encanto, la implantó posteriormente en la década de los años 40 en la inolvidable Galerías Preciados.
Galerías Preciados, el primer gran almacén de España
Galerías Preciados fue el primer gran almacén de España, suponiendo una auténtica revolución en plena posguerra. Galerías Preciados fue un éxito rotundo en sus inicios y su puesta en escena con diversas plantas en las que se venden una variedad importante de artículos fascinaba en la sociedad de la época, explica Pilar Toboso Sánchez, catedrática de Historia Contemporánea en la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y autora del libro Pepín Fernández 1891-1982: Galerías Preciados, el pionero de los grandes almacenes (LID Editorial).
La organización de la tienda por secciones, con ropa para caballero, joven, mujer o niño, y secciones de menaje y ropa del hogar, perfumería e incluso sección de libros, fue otro aspecto destacable. Estamos hablando de que en los años 40 ya tenía las características de unos grandes almacenes tal y como los conocemos hoy en día, destaca Toboso.
Ofertas en fechas especiales
Además de las rebajas, Pepín Fernández puso en marcha los conocidos como días especiales, como el Día del Padre, el Día de la Madre o incluso el Día del Maestro, una serie de fechas concretas al año en las que estos grandes almacenes ofrecían descuentos en sus artículos.
La publicidad fue otra de las claves de la popularidad de Galerías Preciados. Pepín Fernández más que un empresario del comercio era un gran publicista, destaca la catedrática de la UAM. Se encargaba personalmente de esta cuestión y tenía una página prácticamente diaria en el diario ABC, añade. Toboso afirma que el asturiano apostó por una publicidad innovadora con ilustraciones en los anuncios, frente a la existente en España en ese tiempo, que era muy muy de palabra.
La expansión y la quiebra
La buena marcha del negocio y la amenaza de El Corte Inglés, fundado por su primo César Rodríguez junto a Ramón Areces, hizo que Galerías Preciados comenzase a expandirse por España hasta contar con casi 40 establecimientos y 9.500 empleados. Sin embargo, precisamente su ambicioso modelo de expansión lo que acabó generando un enorme problema financiero y condenando a la quiebra a una compañía que a finales de los años 60 ya perdió su hegemonía en favor de su máximo competidor.
Galerías murió fundamentalmente por un problema financiero. El Corte Inglés siempre se ha autofinanciado gracias al capital que amasó en Cuba César Rodríguez y en la expansión de los años 60 y 70 compra edificios sin necesidad de acudir a los bancos. Galerías, en cambio, no puede hacer lo mismo y se endeuda mucho cuando quiere tomar la delantera en Barcelona -El Corte Inglés había comprado un edificio en la Diagonal- y hace una mala operación, sentencia Pilar Toboso.
Esta situación condujo a los grandes almacenes a una deuda inasumible que terminó con el Banco Urquijo quedándose con el negocio en 1979. Tras varios cambios de propietario, Galerías Preciados terminó siendo comprada por El Corte Inglés en 1995.
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